Por Rodolfo Patricio Florido.-

Se multiplican los miembros del Frente Renovador de Massa que dicen que es mejor ir a una interna opositora ampliada para definir un solo candidato opositor, Massa o Macri. No todos están tan felices. Ni siquiera se conoce si Macri lo aceptará. ¿Debería? Sí. Tiene todo para ganarla.

Es más, del resultado pueden nacer distintas opciones electorales que hoy por hoy no existen y que a Macri le puede implicar un escenario muy favorable, en tanto que a Massa le daría una proyección que no se agotaría en una Presidencial perdida. Massa podría ser Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y así darle el triunfo en esa Provincia a Mauricio Macri ya que si bien María Eugenia Vidal crece, difícilmente le alcanzará para ser competitiva contra un Francisco de Narváez impulsado por Sergio Massa y su propio aparato territorial. Claro que para que esto suceda, Francisco de Narváez deberá dejar la muy probable Gobernación por otra función. ¿Vicegobernador o Vicepresidente? ¿Estará de acuerdo? Seguramente sí. Hará algún que otro mohín de desagrado pero sabe que es mucho lo que se juega.

¿Por qué Massa puede considerar una interna ampliada opositora? ¿Por qué a Macri podría convenirle?

Massa, hoy por hoy no tiene un aparato territorial importante más allá de la Provincia de Buenos Aires y su candidato en la Provincia, si bien puede ganar la elección, difícilmente lo haría con una diferencia tan importante como para condicionar el resultado nacional. Massa es muy joven y puede comenzar a construir su futuro de una manera más pausada de manera de heredar un Partido Justicialista que hoy todavía está condicionado por un cristikirchnerismo que entablilló la pata del pato rengo.

Massa no tiene candidatos propios competitivos en Santa Fe, Mendoza, Córdoba y Capital Federal, o sea los distritos con mayor concentración de votos del país. Los que tiene, no mueven el amperímetro. Para compensar esto debería pensar en ganar la Provincia de Buenos Aires con un resultado superior al 60%. Absolutamente imposible. Massa hoy debe estar pensando que es necesario un golpe de efecto muy fuerte para que su presente posible tome dimensión de futuro deseable.

El tema es Macri. ¿Tendrá temor de ir a una interna con Massa – Sanz – Carrió? No debería temer esto, su intención de voto nacional parece consolidada y además si llegara a rechazar una eventual invitación a conformar una oposición unificada, podría servir en bandeja un acercamiento de Massa a Scioli, lo cual es muy probable que sea explorada seriamente porque le implicaría a Scioli tener un candidato muy fuerte en Buenos Aires, rodearse del Peronismo Federal y comenzar a disputar el espacio con el kirchnerismo duro pensando en los tiempos por venir.

Por el contrario, si Macri acepta, su sacrificio de hace cuatro años (cuando no se presentó a las elecciones presidenciales) tendrá sentido estratégico. Un gobierno eventualmente por él liderado tendrá una base peronista más fuerte que hará más gobernable su futuro. Massa mantendrá intacto su futuro y Scioli saldrá de escena, casi se quedaría sin futuro político.

De hecho si este nuevo acuerdo tomara vuelo. El más desesperado debería ser Daniel Scioli, más aún incluso que Cristina Fernández. Ella, podría siquiera intentar retener un bloque de cristikirchneristas de paladar negro, pero a Scioli podría no solo no quedarle nada sino que incluso podría ser un testigo dolido que podría observar como otros barones del conurbano y dirigentes del peronismo del interior profundo de la República, comienzan a acercarse a un nuevo sol que caliente un poco más sus destinos inciertos.

Por otra parte, para los Radicales, un acuerdo para las primarias entre Macri y Massa, reordenaría su interior y les permitiría encontrar un modelo mendocino que se extienda hacia el resto del país, recuperando varias gobernaciones.

Aún restan despejar interrogantes. El primero, es si se concreta el pedido de Massa de ir a una interna ampliada. El segundo, que Macri acepte. No faltarán quienes desde el interior del PRO piensen y especulen con que Massa se desinflé más cada semana y heredar así los votos de este. Políticamente sería un error. Nada garantiza que los votos que pierda Massa no vayan en parte al Sciolismo. Distinto sería si hubiese un acuerdo porque este incluiría a Massa en la Gobernación y / o en la Vicepresidencia. Más probablemente en la Gobernación y el corte de boleta es siempre ínfimo.

Todo aún resta por ser escrito. Scioli y Macri pertenecen a la misma generación y en la política argentina pareciera que no hay lugar para los dos. Massa es una generación más joven. Sus votos no son los suficientes para ganar pero si son, según él juegue su capital electoral, suficientes para arruinar el futuro de muchos. Si Scioli o Macri ganaran, aunque su candidato sea luego Gobernador, Massa se quedaría sin territorio propio gobernado. Y, en la Argentina, es difícil volver sin control territorial. No somos el Brasil que espera a Lula ni el Chile que recuperó a Bachelet ni el Uruguay al que volvió Tabaré Vázquez. Todos estos casos dejaron el poder y no ocuparon función alguna, sin embargo retuvieron un calor popular que en la Argentina se esfuma sino hay poder territorial. Sobre todo el peronismo tiene esa suerte de cultura militarista en la que un General sin tropas es como un jugador de fútbol sin pelota.

La historia se está construyendo y la dinámica interna tiene la velocidad de un tren bala. Todavía veremos muchos movimientos de los dirigentes y de un pueblo que consolidará su decisión de continuidad o cambio.

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