Por Guillermo Cherashny.-

La conferencia de prensa del presidente dejó sabor a poco en cuanto a la opacidad de la negociación por el Correo Argentino, porque volvió a desconocer que debe hacer el gobierno cuando le debe cobrar una deuda a sus hermanos, hijos y sobrinos y no a su padre, como equivocadamente sostienen periodistas y políticos. En efecto, su padre fue desapoderado por el presidente en el 2007, antes de asumir como jefe de gobierno de CABA, donde, enojado, entregó el control de SOCMA y SIDECO a sus hijos, los hijos del presidente y sus sobrinos -herederos de Sandra Macri, que falleció hace dos años.

Las constructoras IECSA y Creaurban pasaron a manos de los Calcaterra, primos hermanos del presidente, aunque se cree que son sus testaferros por las obras que recibió en el país y en la ciudad y, que desde que asumió Macri, es el principal beneficiario de la obra pública. Es decir que desde 2007 SOCMA, la controlante de Correo Argentino S.A., es manejada por el ahora presidente con ejecutivos de Socam como Grindetti, Irgoin y Andrés Ibarra y heredó dos juicios contra el estado, uno del año 2000 y otro del 2006, sin avances. En 2009, ya alejado -como dijimos- Franco Macri, dedicado a los negocios con China, el correo expropiado presentó una propuesta de pago en 30 cuotas anuales que fue rechazada por los acreedores y lo mismo hizo la jueza en lo comercial Dra. Marta Cirulli en el 2010 y hasta hoy la cámara no se pronunció y el gobierno nacional, conducido por Cristina, a través de Julio de Vido nunca pidió la quiebra, que era lo que correspondía, porque se podía extender a Socma, Sideco, Iecsa y Creurban, las constructoras de Calcaterra, que las compró con un leasing a siete años.

Así llegamos a la asunción de Macri del 10 de diciembre de 2016 y, en junio, el correo inició un tercer juicio contra el estado que carece de validez porque está prescripto. Pero no lo dijeron 15 días después, cuando el gobierno llama al correo y le pide y acepta una deuda irrisoria que nos enteramos por el dictamen de la fiscal, que nunca fue invitada a la audiencia como mienten Marcos Peña y Oscar Aguad.

Ahora, la intención del gobierno ante el escándalo es pedir una audiencia para compensar el juicio prescripto contra la deuda el correo y no hablan de los dos juicios de 2000 y 2006. Pero Macri se equivoca cuando dice que la justicia debe proponer una solución, lo cual es falso. Es el deudor -es decir el correo de los Macri- debe presentar otra propuesta y el gobierno debe decir sí o no, y recién la cámara comercial debe homologar o declarar la quiebra.

Ahora se verá qué propuesta integral propone el correo de los Macri para salir de este escándalo, aunque ya dijimos que el acreedor principal no es el estado -con 296 millones de pesos- sino el misterioso Meinl Bank de Antigua y Barbuda propiedad de la constructora Odebrecht, actualmente intervenido por las autoridades de las islas Antigua y Barbuda. Lejos de aclarar, el presidente aportó más opacidad.

Share