Por Guillermo Cherashny.-
En el Frente Renovador  se acuerdan cuando el presidente lo calificó de «ventajero» a Sergio Massa por tratar de obtener réditos electorales pero nadie puede dudar que ayer Mauricio Macri comenzó la campaña electoral para las legislativas del año próximo y mezcló en un megaproyecto el blanqueo de dinero del exterior y  el pago de sentencias a los jubilados y la actualización de haberes a los que no lo iniciaron, en un universo que comprende entre 1 millón y medio y 2 millones y medio de beneficiarios. El blanqueo fue muy criticado por los principales dirigentes de Cambiemos que, ante iniciativas del kirchnerismo, decían que era para favorecer a narcotraficantes y beneficiaros de la corrupción pero que en este momento el gobierno lo necesita imperiosamente para emitir menos y bajar la inflación y de paso vengarse del mal trago del voto de la ley antidespidos obligando a la oposición a aprobar todo el paquete ya que, si no lo hicieran, quedarían como enemigos de los jubilados, y de paso, correr por izquierda al Frente para la Victoria, que vetó el 82% móvil.
El Frente Renovador, en la campaña electoral planteó que se pague el 82% móvil con las ganancias del FGS y como ahora Macri plantea el beneficio del aumento a menos del 25% de los jubilados el Frente Renovador le exigirá que el haber mínimo de $ 4900 suba a 7000, como ya pasó con el salario mínimo vital y móvil.
De este modo, comenzará en la Cámara de diputados una nueva discusión entre Cambiemos y el Frente Renovador, y el Frente para la Victoria no se  podrá oponer ni al blanqueo ni a los beneficios jubilatorios.
Share