Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri dio en los últimos días pasos decisivos en su escalada para impedir que Horacio Rodríguez Larreta llegue a la Casa Rosada. El expresidente pone ahora todo su empeño en apoyar para las PASO la candidatura a gobernador de Cristian Ritondo, alineado con Patricia Bullrich. Su empeño es tan grande que hasta colocó como jefe de prensa de Ritondo a un hombre suyo, Gustavo Gómez Repetto.

Pero hay una interpretación más sutil de las intenciones del expresidente. El fortalecimiento de Ritondo presionaría para que otro de los precandidatos a gobernador de Bullrich, Joaquín de la Torre, avance cada vez más en sus negociaciones con Javier Milei para dar el salto y pasar a ser el candidato a gobernador de La Libertad Avanza. De ser así, De La Torre le restaría unos cuantos votos a Larreta y Diego Santilli en la primera vuelta, en caso de que el primero gane la PASO. Ésta y otras maniobras ponen en evidencia que el objetivo de Macri es ante todo impedir que Larreta sea presidente.

La crisis porteña

Mientras tanto, en Capital, el macrismo se prepara para barrer del gobierno local a los equipos larretistas en el caso de que Jorge Macri gane la jefatura de gobierno. El optimismo reina en los últimos días en las oficinas de este último, ya que la mayor parte de las encuestas lo dan muy arriba del candidato de Larreta, Fernán Quirós, y algo por encima de Martín Lousteau. En la calle Uspallata se da como un hecho que en los próximos días Larreta deberá retirar a Quirós de la carrera, lo que será leído como una derrota.

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