Por Guillermo Cherashny.-

«Los halcones» del PRO, encabezados por el ex presidente Mauricio Macri y Patricia Bullrich, presidenta de PRO, tienen un plan para desgastar al gobierno nacional con el eje en «no hay vacunas», «se robaron las vacunas» y una más filosa, y se trata de una denuncia penal contra Alberto Fernández, la vicepresidenta y la ministra de salud por el delito de genocidio cuando las muertes lleguen al número de 100.000 en un futuro próximo. Estos cálculos macabros se podrían cumplir -según la línea dura de Juntos por el Cambio- dentro de dos meses, o sea a fin de julio, y ahí presentarán la denuncia de ese delito grave.

En el mes de enero, Carrió y la Coalición Cívica presentaron una denuncia por envenenamiento a Alberto Fernández y Ginés González García que recién fue desestimada por la justicia 90 días después, por la publicación en la revista The Lancet sobre la efectividad de la vacuna rusa.

Una sospecha sobre este comportamiento lo dio el diputado Fernando Iglesias, que mencionó la palabra genocidio en Twitter y fuentes seguras señalan que Bullrich, la presidenta del PRO, se lo confió a varios de sus seguidores y lo mismo tuiteó el viernes el destacado economista Roberto Cachanosky sobre el nuevo decreto de restricciones; y en un programa de televisión, «la piba» lo mencionó como un eventual ministro de economía si ella llega a la presidencia, ambición que ya hizo pública, porque piensa que Mauricio Macri ya tuvo su primer y segundo tiempo.

En realidad, Roberto Cachanosky, aparte de un destacado economista, tiene una sólida honestidad intelectual y en este caso cometió una confusión producto de que es muy insultado en Twitter por los K y quizás no comprendió que estaba banalizando esa tragedia. Pero a Patricia Bullrich y Fernando Iglesias les importa un pepino que la comunidad judía los acuse de banalizar el holocausto del pueblo judío y se están frotando las manos por la repercusión internacional que podría tener semejante denuncia. En cambio, si a fines de mayo llegan 6 millones de vacunas y el mismo número en junio y julio, los infectados y muertos bajarán ostensiblemente y la denuncia carecería de sustento.

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