Por Guillermo Cherashny.-

Está claro que Mauricio Macri es el líder indiscutido del PRO pero la forma en que el gobierno nacional encara las negociaciones con la oposición es muy distinta en el gobierno nacional que en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. En efecto, Horacio Rodríguez Larreta y su discípula María Eugenia Vidal, que está superando a su maestro, son proclives a acuerdos de gobernabilidad permanentes a diferencia de Marcos Peña -quien tiene toda la confianza del presidente- les gusta negociar ley por ley. Así es que por la boleta única electrónica negociaron con el massismo y esperan que el senado lo apruebe. En la futura ley de presupuesto negociaron primero con los gobernadores para sostener el módico aumento del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias que es 100% coparticipable, dejando de lado a la nueva CGT, a Massa y Pichetto, que quieren un aumento mayor, y a la mismísima Elisa Carrió, que sólo por casualidad está más cerca de Pichetto y Massa en esta cuestión, y la UCR está a medio camino.

En tanto, Vidal sigue firme con el acuerdo de gobernabilidad con Massa en la provincia de Buenos Aires y seguirá el año próximo con la presidencia de la Cámara para Manuel Mosca del PRO y Ramiro Gutiérrez del FR como vice primero, continuando con el procedimiento de la doble firma.

Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados, quiere romper ese acuerdo pero Vidal no le abre el juego y Elisa Carrió, que también quiere romper ese acuerdo y ser candidata a senadora, y dijo que «va por todos los barones del conurbano». Pero la gobernadora no sólo tiene un acuerdo permanente con Massa y Margarita Stolbizer -enemigos de Carrió- sino que mantiene muy buena relación con los barones del Grupo Esmeralda y del Fénix, y con el nuevo grupo «el establo» y, como quiere que le sancionen el presupuesto pero fundamentalmente el endeudamiento -que será este año de 50.000 millones de pesos-, no quiere saber nada con una guerra sin cuartel acusando a los intendentes de corruptos y narcotraficantes, porque su idea es el diálogo y ganar las elecciones legislativas el año próximo dividiendo a las tribus peronistas en dos y quitándole votos a la alianza Massa-Stolbizer a la cual la quiere dejar en el segundo puesto, detrás del triunfo de Cambiemos. Y en esta materia, la UCR y Fe -el partido del Momo Venegas- coinciden. Rodríguez Larreta, por su parte, se lleva mejor con el FPV y el FR que con la UCR y la Coalición Cívica. De todas formas, no tiene inconvenientes para gobernar y, si bien algunos proyectos se los traban, vuelve a negociar y finalmente salen, al revés del gobierno nacional, que a veces se empecina con caprichos.

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