Por Guillermo Cherashny.-

La aparición de Alfredo Casero en el programa «Voces» de Luis Majul en el canal de cable La Nación + produjo algo jamás soñado en la red Twitter, porque ambos sectores le «pegaron»; en el caso de los K, por dedicar todos su programa a denostar a Cristina, y los macristas, porque se acuerdan que desde el 2018 el periodista se dedicó a esmerilar a Mauricio Macri.

Resulta curioso que en ese canal los bien informados señalan que el mismo Macri financia la programación producida por Juan Cruz Ávila, aunque otros rumores lo vinculan a Rodríguez Larreta como el benefactor. En realidad, dicen que es «Nicky» Caputo, el «hermano» de la vida de Mauricio y, como el poderoso empresario es el dueño de las «zonas oscuras» durante los mandatos en CABA de Macri y su sucesor actual, de ahí que algunos periodistas se dedican esmerilar a Javier Milei y otros lo posicionan dejando en claro que Rodríguez Larreta quiere «cancelar» a Milei mientras Macri lo considera un aliado. Pero el núcleo duro de Macri en Twitter masacró a Majul por decir en alguna oportunidad que AF es un nuevo Mandela pero otros dicen que Majul dijo que Macri era una especie de Mandela.

La confusión se produce porque, cuando asumió Néstor Kirchner, Majul manejaba la pauta publicitaria con Alberto Fernández -entonces jefe de gabinete- y eso fue hasta el 2009, cuando Majul se pasó a la militancia anti cristinista y, con la asunción de Macri, fue el periodista que más pauta publicitaria tuvo. Pero hoy parece estar alineado con Rodríguez Larreta, porque es la punta de lanza de los ataques a Milei. Pero si el próximo presidente fuera Macri o Bullrich, no tendría problema para ponerse al servicio de cualquiera los dos.

El caso de Majul es muy similar al periodismo denominado «progre», porque fueron furiosos K hasta el 2009 y en el 2015 se pasaron a la «religión» macrista con un común denominador: siempre cambiaron por una jugosa pauta publicitaria. Lo que pasó con Alfredo Casero es que les sacó la careta a todos ellos.

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