Por Rodolfo Patricio Florido.-

La ex Presidente y múltiple procesada Cristina Fernández de Kirchner comenzó una utilización sumamente agresiva de mensajes a través de las redes sociales, hablando de “debacle” inminente y persecución a ella y a sus funcionarios. Lo único cierto es que el castillo de corrupción se está desmoronando y no son pocos los que exigirían utilizar parte del dinero robado para financiar mano de obra desocupada, barras bravas del fútbol, organizaciones políticas violentas como Quebracho y la llamada “Tendencia Piquetera Revolucionaria”, policías bonaerenses expulsados, oficiales superiores molestos por la exigencia de presentar declaraciones juradas de bienes que no pueden explicar e incluso algún General con acceso a Inteligencia recientemente retirado que ve como su destino procesal puede terminar con su presente, proyectándolo a un destino carcelario. El plan está en marcha. Conocerlo y advertirlo quizás lo detenga. La ingenuidad o el pensar que se puede canjear impunidad por estabilidad sería un gravísimo error.

Son muchos los desesperados que ven como sus destinos de pasada impunidad, incluyendo un sector de la AFI recientemente retirado y que carece de acceso a Arribas y a Madjalani, están pensando en generar una espiral de violencia desbordada y paga, para destruir o entorpecer cualquier recuperación económica que los pueda sepultar en el olvido y la cárcel.

No quieren esperar los resultados del segundo semestre ni asumir los riesgos de una obra pública que comenzó a moverse más el ingreso de capitales de inversión que abran expectativas para detener la caída y recuperar expectativas de crecimiento.

Quieren anular cualquier posibilidad de esta. No se trata para ellos de ideología ni de modelos diferentes… se trata de supervivencia. La propia. Se sienten atrapados. Llenos de dinero pero atrapados. No pueden caminar la calle sin ser insultados, no pueden subirse a un avión sin ser insultados, no pueden ir a un restaurante sin ser abucheados. Tienen todo el dinero, gran parte escondido y en efectivo, pero no pueden gastarlo porque sus ingresos declarados no condicen con sus eventuales gastos. Sus destinos políticos son infinitamente inferiores a las expectativas que tenían y el propio peronismo los abandona en la búsqueda de un destino menos contagioso.

Algún sector gubernamental piensa que todo puede acordarse y evitar este escenario de violencia. Otros, la mayoría, creen y creo que con acierto, que no pueden ceder porque sería oxigeno para hoy y ahogo para mañana. Si los comprometen en algún acuerdo oscuro, se habrán manchado las manos y nos les quedará más destino que transitar la misma ignominia, abriéndoles el camino a Massa o a Urtubey, pero bajo ninguna circunstancia a ellos. Los sectores judiciales comprometidos con la impunidad anterior recobraran fuerza para no hacer nada, demorar o archivar las causas. Solo los quieren depositar en la supuesta paz del ojo de la tormenta, esa zona calma que solo auspicia el peor escenario posterior.

Son muchos los actores desesperados que ven como su poder se licua y el dinero juntado se gasta en Abogados, tiene destino de ser encontrado o subastadas sus propiedades, estancias y empresas. Estos sectores sólo están analizando hoy su supervivencia aunque el pueblo sea el que pague el costo en sangre y en vidas. Ya no parecen actuar al ritmo de un regreso imposible sino más bien de crear alguna condición para intentar negociar. En el medio de todo esto, la locura de alianzas tácticas casi vomitivas.

Paso a Paso, la peor expresión de la bonaerense comienza a sentir que sucumbe entre una cadena de la felicidad cortada que; cual ancla pérdida, deja su barco a la deriva y los deposita en un infierno de vendettas entre delincuentes comunes y narcotraficantes. Paso a Paso, los barras bravas de un fútbol que agoniza tras la muerte de Grondona y el cadáver político insepulto de Aníbal Fernández, ven como su sueño de ser casi un ejército mercenario de la mano de un Marcelo Mallo (titular de Hinchadas Unidas Argentinas) ahora prófugo por un doble asesinato de narcotraficantes colombianos y de un Leandro Ghiso -prófugo con él- quedan pegados por compartir y, en un acto de soberbia no tirar, una exclusiva Pistola Italiana calibre 40 como es la Tanfoglio. Su propio sentido de protección política e impunidad los colocó en la mira del Gobierno Nacional, la Justicia y hasta los herederos de los propios narcotraficantes colombianos asesinados. El peor escenario. Parias buscados por la justicia y por algún que otro Cártel a la búsqueda de su particular sentido de justicia sicaria. Paso a Paso algunas organizaciones pseudo sociales que crecieron al calor del Kirchnerismo como, entre otros, el grupo Quebracho, la Tupac Amaru o la TPR (Tendencia Piquetera Revolucionaria) piden el regreso inmediato de Cristina Fernández -como se ve en la foto que encabeza la nota- mientras que se reúnen -hace 30 días- con el líder de la Cámpora el “Cuervo” Larroque, Luis D´Elia, Alejandro Garfagnini de la Túpac Amaru y el Intendente kirchnerista de Avellaneda Jorge Ferraresi, como se puede ver en la foto inmediata, para que pocos días después el líder de Quebracho, rodeado por Boudou y Mariotto, llame directamente a la destitución del Presidente Macri. El que quiera crear que todo es una suma de casualidades y no quiera siquiera analizar la línea de tiempo de estos hechos, es de una ingenuidad supina.

Lo absurdo de todo esto es que, aunque lograran instalar un clima de desborde, violencia y muerte en las calles, combinando zonas liberadas, saqueos, secuestros e incluso algún asesinato político de envergadura, no lograrán ningún resultado definitorio porque, sea exitoso o no el tiempo político de la Alianza “Cambiemos”, las opciones de relevo no transitaran el camino que sueñan. En realidad y más allá de los falsos y posteriores arrepentimientos, deberíamos agradecerle a Fernando Esteche su incontinencia verbal cuando dijo: «Este gobierno va hacia una crisis segura que ayudaremos a desatar».

16_05_22 Flyer Charla frente ciudadano

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