Por Jorge D. Boimvaser.-

Las PASO marcaron tendencia. Los candidatos que se presentaron pueden subir o bajar algunos puntos, pero nadie va a pegar esos saltos acrobáticos y pasar de la nada a la gloria en las presidenciables.

La líder del llamado “Frente Progresista”, Margarita Stolbizer, ni siquiera tiene asegurado el cuarto lugar. Dice a los cuatro vientos que desea ver el fin de la continuidad kirchnerista y aborrece a Daniel Scioli, pero cuando le plantean que baje su candidatura y mantenga la lista de legisladores (Garrido y Donda son buenas figuras por el Congreso), para así permitirle al segundo en discordia acotar la distancia con el candidato del FPV y así alcanzar un ballotage en el cual, si Daniel Scioli entra en zona roja… Margarita se parece y en mucho a Cristina Fernández. Es obstinada, casi autista, sólo mira su propio ombligo y poco le importan las consecuencias de su tozudez.

Es llamativo -o no- que, pese a destripar en declaraciones públicas a Daniel Scioli, la horda de periodistas militantes jamás le responda ni le dé lugar en sus informes infra-periodísticos.

Una de ellos nos dijo que no le llegan órdenes ni sugerencias de “pegarle”.

El legislador y periodista santafecino Carlos “Charly” Cardozo -referente del PRO pese a su pasado peronista-, fue quien la bautizó como “Margarita la tramposa”.

Cardozo intentó que los referentes santafecinos del “Frente Progresista” convencieran a Stolbizer de bajarse, ante la inutilidad de pelear la Presidencia con un mínimo de posibilidades; pero en la intimidad, los “progres” de aquellos pagos reconocen que Stolbizer tiene los mismos tics que la Presidente Cristina Fernández.

Cree que su palabra y pensamiento son sagrados, que ella tiene la verdad revelada y que nadie puede decirle lo que tiene que hacer.

Es cierto que en cualquier fuerza militar o de seguridad, “las órdenes no se discuten, se cumplen”. Pero la política no es eso; en todo casom ahí es donde se precisan más que nunca la colaboración y sugerencias del resto de la tropa.

Pero no, ni Cristina ni Margarita aceptan que les sugieran acciones a seguir, ni siquiera que les lleven noticias desagradables.

Por caso, los sondeos de opinión le dan a Stolbizer una baja considerable con respecto a las PASO, que ni su insípida campaña publicitaria alcanza a mover el amperímetro para arriba.

Está por debajo del 4% y, aunque no se puede predecir a dónde irían esos votos en caso que hubiera decidido no presentar su candidatura, al menos se presume que su gente -muchos provienen como ella del radicalismo-, seguro se sabe a dónde no irán, al FPV.

Cuando habla, da la imagen de ser una especie de Robocop de la política. Si Cristina parla haciéndose la que piensa paso a paso lo que está por decir, Margarita activa el chip de su discurso y se lanza con borbotones de palabras, como corriendo una maratón para que su libreto salga completo.

Son iguales, pero diferentes.

La pregunta del millón es: ¿Tiene algún beneficio extra que el común de los mortales desconocemos para mantener su candidatura a toda costa sabiendo que al final del domingo le espera un nuevo papelón?

El Intendente de Rivadavia, que adhería al “Frente progresista”, Sergio Bull, insistió antes de las PASO en una alianza que le permitiera abrir el espacio y, ante la cerrada negativa de Margarita de más no sea hablar con otras agrupaciones, dio el salto y se pasó a las filas del macrismo.

Bull sigue sin creer que lo de Stolbizer sea tan sólo un capricho. Cree ver otra cosa, una mano negra, un impulso fuera de escena que le ofrece Daniel Scioli para que mantenga su candidatura contra viento y marea.

En la pelea de los metros finales por un par de puntitos es vital para el FPV que el «Frente Progresista» se lleve votos que en otras manos pueden decidir el ballotage.

No es ilógico el razonamiento del Intendente de Rivadavia, o en todo caso parece tener información confidencial que nadie en “Cambiemos” se atreve a hacerla pública.

Scioli viene alentando que Stolbizer mantenga su candidatura y Margarita, obediente, le hace caso.

El santafecino Cardozo sabe algo de lo que conoce Bull y de ahí que la haya bautizado… “Margarita, la tramposa”.

Lo repetimos, Manuel Garrido y Victoria Donde están libres de cualquier sospecha. Pero Margarita…

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