Por Guillermo Cherashny.-

A veintitantos días de las PASO del 13 de agosto, en la provincia de Buenos Aires más del 70% no está de acuerdo con la política económica de Macri porque esa amplia mayoría entiende que lidera un gobierno para ricos y no entra la teoría de Durán Barba en el sentido de que Macri gobierna para todos los sectores, inclusive los pobres.

En tanto, María Eugenia Vidal está perdiendo aceptación mes a mes, aunque muy poco, pero es un aviso de atención porque finalmente la caída del consumo y que la plata no alcance afecta a su gobierno, aunque la mayor responsabilidad corresponde al ejecutivo nacional; pero Vidal no es sólo un lobo solitario bueno sino también es la expresión de un gobierno de ricos para la gran mayoría de la gente.

Distinta es la percepción del público en el interior de la provincia de Buenos Aires, aunque en La Plata, Bahía Blanca y principalmente en Mar del Plata, la intención de voto del oficialismo bajó, aunque en el campo mejoró aún más; pero en las ciudades que rodean al campo la situación no está igual que entre 2003 y 2007, cuando los pueblos nadaban en la abundancia.

En épocas de elecciones, la percepción que tiene el público es más importante que la cruda realidad y en ese sentido los éxitos logrados frente al narcotráfico, con abundancia de operativos exitosos, no parece incidir en la intención de voto, lo mismo que la corrupción expuesta del cristinismo, que aparece todos los días.

Hoy en día la percepción que más le importa al electorado es la caída del consumo, la falta de nuevos empleos, la pérdida del empleo, el dinero que no alcanza y también la alta presión impositiva. Y en esos ítems el gobierno está en problemas.

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