Por Guillermo Cherashny.-

En investigaciones informales son muchos más los testigos consultados por el Dr. Hernán Gómez, actual Fiscal de Estado de la provincia de Buenos Aires, nombrado hace unos meses por el gobernador Daniel Scioli. En efecto, el Dr. Gómez, siendo decano de la Facultad de Derecho, dependiente del rectorado de la Universidad de la Plata, visitó a directores del Banco Provincia, ministros y secretarios de estado del gobierno recién asumido de Daniel Scioli en diciembre de 2007 y los consultó sobre la «papa caliente» que tenía en sus manos y que se trataba de un analítico incompleto sobre la carrera de abogada de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, recién asumida como presidente de la República.

El entonces decano les dijo que había un fallo de la Justicia Federal de la Capital, del Dr. Norberto Oyarbide y confirmado por el camarista Gabriel Cavallo que decía que la presidente era abogada y se basaba en un informe del rector de la UNLP que, a su vez, se remitía a un escrito del Dr. Hernán Gómez. Como se ve, el decano estaba muy preocupado y los consultados le dijeron que abriera una caja fuerte en el Banco de la Provincia y lo dejara ahí. Y el tema pasó al olvido, pese a los reclamos de los periodistas Cristian Sanz y Juan Cruz Sanz.

En mayo pasado, falleció el Dr. Zelagowski, eterno Fiscal de Estado de la Provincia, de origen radical, y según fuentes seguras, la presidente Cristina Fernández negoció con Daniel Scioli que, si ascendía al Dr. Hernán Gómez como Fiscal de Estado en lugar de Zelagowski, él seria el candidato único del Frente para la Victoria. Y Scioli lo hizo, a pesar de la Unión Cívica Radical, que no lo consideraba uno de los suyos. Ese acuerdo desencadenó la crisis actual del Frente para la Victoria, ya que Florencio Randazzo, impedido de ser candidato, se enojó y no aceptó ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Entonces la presidente decidió la interna entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez que llevó a la derrota del FpV ante María Eugenia Vidal.

En este caso, Cristina privilegió su secreto bien guardado antes que un triunfo en las elecciones de gobernador y las presidenciales, y los resultados están a la vista: no sólo se perdió la gobernación y la presidencia, sino que el FpV estalló por el aire y ya registra varias deserciones de La Quiaca a Tierra del Fuego. Y todo gracias a la ex presidente.

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