Por Sebastián Dumont.-

A esta altura, cuando se va el primer mes del año electoral clave para Cambiemos, ya no quedan dudas que el rival apuntado por el gobierno nacional para tratar de debilitar lo máximo posible es Sergio Massa y no Cristina Kirchner. Las razones parecen ser obvias y seguramente están respaldas en los números que arrojan las encuestas que llegan a los despachos de los funcionarios más importantes del gobierno provincial. En ellas, queda claro que la ex presidente sigue teniendo un grupo de seguidores fieles que no la abandonará nunca más allá que le muestren las escenas más desagradables del latrocinio K. Pero eso significa también tener un techo electoral que difícilmente pueda ser perforado. En cambio, el acuerdo Massa-Stolbizer, de terminar de cerrarse, podría ser más complejo de resolver. Siempre hablando de la provincia de Buenos Aires.

Las recientes declaraciones de Sebastián García de Luca, hombre del Ministerio del Interior que responde a Emilio Monzó, son elocuentes. Cuando se le pregunta por Massa es donde se pone crítico y dice que basa su estrategia semana a semana. Es verdad que muchos ven al tigrense con una necesidad -a veces quizá exagerada- de estar en la agenda política todo el tiempo. Es su estrategia. Habrá que evaluarla con los resultados en la mano cuando llegue el momento. Eso sí, a veces esa situación puede llevarlo a complicar el proyecto nacional del massismo. El caso más reciente, evalúan puertas adentro, fue el proyecto del impuesto a las ganancias, donde los gobernadores terminaron aliados a Macri por necesidad de no perder recursos para sus provincias.

Pero más allá de ello, como la próxima es una elección provincial donde la provincia de Buenos Aires marcará la vidriera nacional, Massa es la principal preocupación del gobierno aunque se diga que es CFK. Es más, muchas veces la filtración de situaciones vinculadas a la ex presidente ayuda al gobierno a “tapar” aspectos incómodos de la realidad. ¿O acaso no ha sido eso cuando se conocieron ahora las escuchas de CFK con Parrilli en su pelea con Stiuso? Justo en el momento más tenso del caso Arribas. Casualidades de los tiempos políticos.

El desgaste por goteo a Massa es permanente. Desde el enojo manifestado por el propio Macri a fin de año a diversas operaciones en los grandes medios. Una de ellas fue la información donde Stolbizer fue la legisladora que más viajó al exterior con viáticos de la Cámara. Fue en cinco oportunidades, mientras que Carrió lo hizo en cuatro. En definitiva, no hubo tanta diferencia. La semana, además, venía complicada luego de la foto que circuló de Massa en Washington donde buscaron marcar una supuesta contradicción con su participación en la asunción de Trump.

La apuesta del gobierno para la provincia, mientras busca su mejor candidato, es polarizar con el kirchnerismo y dividir el resto de las tropas vinculadas al PJ lo más que puedan. En esa lógica la pregunta aún sin respuesta es: ¿Aquellos que votaron a Macri en 2015 y hoy están enojados, pero nunca votarían un K, dónde pondrían su sufragio ahora? La resolución de está incógnita podría ser la clave del 2017 en Buenos Aires.

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