Por Carlos Tórtora.-

Sergio Massa abandonó su habitual moderación para calificar como desastrosos los tres años de gestión de Mauricio Macri. Lo hizo pocos días después de ratificar su pacto de gobernabilidad con María Eugenia Vidal y por el cual varios massistas fueron designados en cargos claves en la provincia, entre ellos Patricio Hogan, el ex intendente de General Alvarado, nombrado director del IPS, el Instituto de Previsión Social de la provincia.

El paso de Massa hacia una oposición más agresiva se evidenció también en el documento final de la convención nacional que realizó su espacio en San Martín, Provincia de Buenos Aires.

Sin cambios

Ante estas críticas, el gobierno nacional optó por no confrontar con el tigrense y así fue que ninguno de los voceros oficiales se hizo oír. La actitud oficial consistió entonces en no entrar en el juego que propuso Massa, seguramente con la intención de ocupar un lugar central en el ring.

Prevaleció entonces en el gobierno el mantenimiento de su línea clásica, esto es sólo confrontar con el kirchnerismo para mantener la polarización entre Macri y Cristina Kirchner.

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