Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno negocia con ocho gobernadores rebeldes la sanción del presupuesto 2109 y por ahora libró un cheque por 1000 millones de pesos para las provincias y aceptó un pedido de Rosana Bertone, gobernadora de Tierra del Fuego, sobre unos reintegros que le habían quitado. Estas negociaciones, mejor dicho planes canje del gobierno, que empezaron con la aprobación del presupuesto en la Cámara de Diputados, donde ocho provincias recibieron partidas de dinero -entre las cuales estaba Santiago del Estero, donde el gobernador Gerardo Zamora domina ampliamente, ya que cuenta con seis diputados nacionales por esa provincia y el restante es del Frente Renovador de Sergio Massa, quien retiene la intendencia de La Banda, la segunda ciudad provincial con Pablo Mirolo.

Luego de esa visita, Massa viajó a la capital y se reunió con el gobernador, quien también retiene los tres senadores nacionales. En efecto, Zamora un ex radical cada vez más cerca del peronismo coincidió en que el gobierno nacional debe restituir el fondo sojero que se reparte entre las provincias y fundamentalmente con los municipios de todo el país.

Esta posición de Massa se diferencia de los tres integrantes del Grupo Retiro -Schiaretti, Urtubey y Miguel Pichetto- y lo acerca a los ocho gobernadores que no quieren votar el presupuesto en el Senado. Hay que recordar que Gerardo Zamora fue Presidente Provisional del Senado cuando Cristina era presidente, hasta el 2015, en tanto su esposa, Claudia Abdala Ledesma, se desempeñaba como gobernadora provincial y, por tanto, mantiene una excelente relación con la ex presidente, quien dispensa hacia el matrimonio santiagueño una confianza que no tiene con sus compañeros del peronismo o de Unidad Ciudadana.

Los intendentes del conurbano del peronismo que mantienen una sólida alianza con Máximo y Cristina Kirchner son los máximos defensores del fondo sojero, por lo cual la reciente reunión de Massa con Juan Grabois -muy cercano al papa Francisco y a la ex presidente- ubican al tigrense en una apertura sobre la unidad del peronismo sobre la cual tanto Urtubey como Miguel Pichetto no quieren saber nada.

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