Por Guillermo Cherashny.-

El tigrense está muy convencido de su candidatura presidencial y dejó que Juan Manuel Urtubey diga que es bienvenido pero debe concurrir a las PASO del 8 de agosto. Massa tiene una excelente relación con Roberto Lavagna pero nunca dirá públicamente que se presente a las internas; sabe que el prestigioso economista quiere ser un candidato de consenso y, por tanto, nunca en declaraciones públicas lo destrataría porque piensa que cuando gane las PASO que lo da por descontado y tendrá con bandera de campaña que él tiene el mejor equipo económico para salir del desastre económico que dejará Macri y que Lavagna podría ser el «piloto de tormentas» que necesita el país. En estos días anuncia la creación de una «academia digital» integrada por 100 jóvenes que son comunity managers liderados por Valeria Arata, la diputada provincial oriunda de General Arenales, y nadie arma esa estructura para Twitter y WhatsApp para bajarse en una elección en la que, hoy por hoy, parte de un 20% de intención de voto, que es lo que tiene él y Urtubey, y en la que se repartieron los roles porque el salteño busca el descontento de Macri y Massa con su postura muy opositora busca parte del voto de Cristina.

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