Por Carlos Tórtora.-

El reacomodamiento de fuerzas en el Frente de Todos es permanente y tiene distintas proyecciones. Uno de los hechos más sobresalientes es que Sergio Massa, después de convertirse en el aliado estrella del kirchnerismo, pasó ahora a un llamativo bajo perfil, tanto que no se lo ve como protagonista central de la campaña. Esta misteriosa situación coincide con otro dato: Massa eludiría sacarse la foto de la reconciliación con Cristina Kirchner, que ya fue anunciada varias veces sin concretarse todavía.

Esta extraña situación se da en el medio de una tensión interna en el kirchnerismo en torno a la candidatura de Massa a la presidencia de la Cámara de Diputados, en caso de ganar Alberto Fernández la presidencia. Algunos medios dieron por supuesto que esto ocurriría pero lo cierto es que La Cámpora tendría otros planes. El candidato de esta organización para suceder a Emilio Monzó es Andrés Larroque, cuya relación con el tigrense no sería precisamente óptima.

El petróleo primero

Algunas fuentes sostienen que el bajo perfil actual de Massa se debería a que su rol político en un gobierno del Frente de Todos sería marcadamente lateral. Concretamente, se habla de que se habría pactado con Alberto Fernández y CFK que Massa sería presidente de YPF, empresa que tiene que ver bastante con los negocios de dos empresarios estrechamente ligados a él: José Luis Manzano y Daniel Vila. De este modo, el líder renovador saldría de la escena política nacional al menos por un tiempo pero conservaría un espacio de poder importante.

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