Por Guillermo Cherashny.-

Hay una afirmación que tiene consenso entre todos los analistas y es que hay mayor consumo actualmente en relación a meses anteriores, especialmente en relación a las elecciones de las PASO, como la confirmación del aumento del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias, la condonación de deudas a monotributistas y clubes de barrios y esencialmente las referidas al transporte, como son el previaje y la apertura al ingreso a turistas del exterior, que están generando una incipiente reactivación en los comercios de la CABA y de las ciudades de frontera por la entrada por los pases fronterizos, todas medidas instrumentadas por Alexis Guerrera, el primer ministro de transportes abiertamente gay, que integra el Frente Renovador de Sergio Massa.

El silencio del presidente de la cámara de diputados contrasta con el exceso de verbalidad del presidente, cuyos últimos disparates fueron las declaraciones hirientes hacia los cordobeses después de la gira europea, donde mostró a la República Argentina como un mendigo internacional ante el arreglo que debe encarar ante el FMI, cuando lo que querían escuchar los mandatarios extranjeros era que por lo menos dijera que el ministro de economía estaba elaborando un plan para ese acuerdo. En cambio, declaró que también podía celebrar un acuerdo con el FMI en 5 minutos, pero que no pensaba arrodillarse ante el organismo internacional como dijo Mauricio Macri días pasados.

Es posible que Alberto Fernández muestre una actitud dura ante Georgieva antes de las elecciones del 14 próximo y después encare seriamente la negociaciones para un acuerdo conveniente para el país, que es muy diferente a sostener un plan con cepo cambiario, control de precios y una brecha cambiaria del 100%, porque el FMI no lo aceptaría y sería jugar a la ruleta rusa.

Al mismo tiempo, el asesinato del kioskero en Ramos Mejía fue una pésima noticia para el gobierno. Pero mientras Sergio Berni declare que los vecinos tienen razón y Aníbal Fernández señale que «ocurre en todos los países», lo único que hace es darle motivos a la oposición para ganar espacio ante las elecciones del domingo. Las declaraciones del presidente y del ministro de seguridad contrastan con el silencio de Juan Manzur y Sergio Massa o Martín Insaurralde, el jefe de gabinete de la PBA, quienes quieren que hable de la reactivación o rebote económico y no funcionarios que enojan a la gente sin ningún sentido.

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