Mauricio Macri tiene todo cocinado en el PRO, y Sergio Massa quiere participar del asado. (Dibujo: NOVA)

En una semana decisiva para la política argentina, teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones en Capital Federal, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, define si continuará con sus aspiraciones nacionales, acompañará a Mauricio Macri con una candidatura a la Gobernación bonaerense o sumará peones al tablero legislativo.

Su “ancha avenida” en la que confluyen las diferentes fuerzas del peronismo y sectores autodenominados “progresistas”, se vio contrapuesta a la polarización del electorado nacional, el cual está convencido de que la verdadera oposición al kirchnerismo, es la derecha macrista.

Massa llegó a la disyuntiva debido a la desprolijidad de sus armadores Alberto Fernández (ex jefe de Gabinete nacional), Raúl Pérez (ex diputado bonaerense) y Juan José Álvarez (ex jefe de Campaña que abandonó recientemente el FR). Este último mantuvo una larga disputa con la legisladora Graciela Camaño, otra que resta en lugar de sumar.

Cabe recordar el papelón que encabezó Fernández en la Capital Federal (nada más y nada menos que su distrito), cuando su candidato Guillermo Nielsen fracasó rotundamente en las Primarias a las que ni siquiera llegó al uno por ciento de votos.

Otra que no le perdonaron a Massa fue el abierto ninguneo a los dirigentes nacionales y provinciales de peso, como el ex gobernador santafesino Carlos Reutemann, a quien dejó esperando horas en un pasillo; y el desprecio tanto al intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, como al otrora jefe de la bancada massista en la Cámara Baja nacional, Darío Giustozzi.

Frente a este panorama, la docena de intendentes que todavía le responden al tigrense, espera que esta semana se defina una estrategia clara, que corte con la   diáspora de dirigentes del Frente Renovador hacia el kirchnerismo o el macrismo. En breve, seguramente habrá novedades. (Agencia NOVA)

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