Por Carlos Tórtora.-

Acuciados por la velocidad de una crisis que no pueden controlar, Cristina Kirchner y Alberto Fernández están por ungir como super Ministro de Economía, con plenos poderes a Sergio Massa. Ambos -y especialmente ella- saben perfectamente a lo que se exponen: si Massa consiguiera bajar la inflación, ordenar la economía y controlar el dólar, su éxito sería un pasaporte para aspirar a la presidencia el año que viene. En este caso, CFK podría verse desbordada por un tigrense exitoso que difícilmente se preocupe por mantener al kirchnerismo en el poder. Para este último, su apuesta es a todo o nada, ya que un fracaso cortaría de raíz su futuro político. La idea de que un político no economista se haga cargo del Ministerio de Economía es audaz a más no poder. De confirmarse la designación, el mayor perdedor se llama Alberto, ya que el verdadero presidente pasaría a ser Massa, que negociaría con Cristina, quedando el presidente como una figura simbólica. Queda por verse si la realidad soporta semejante operación contra natura. Un presidente controlado por la vice y que además le cede el poder al Ministro de Economía.

Muchos interrogantes

Con la entronización de Massa habría figuras que se eclipsan. Una de ellas sería Daniel Scioli, Ministro de Desarrollo Productivo, que ya les habría anticipado a sus íntimos su intención de renunciar, dada la pésima relación que tiene con el tigrense. También es probable que Massa haga causa común con Cristina para desmantelar lo que queda del séquito presidencial, por ejemplo el titular de Trabajo, Claudio Moroni, la Secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y el canciller Santiago Cafiero, sin hablar del Ministro de Seguridad Aníbal Fernández. Sin capacidad de reacción, Alberto continuaría perdiendo poder en la era Massa aunque podría ganar algo de gobernabilidad.

Sabiendo que se juega por entero, Massa apostaría a revertir la situación de acá a fin de año, esto es, antes de que empiece el año electoral. A su favor cuenta con sus apoyos en los EEUU y la buena relación con las centrales empresarias y la CGT. En contra tiene que el massismo no cuenta con una estructura política importante y que no tendría margen como para oponerse a las insensateces económicas de la vicepresidente. Una hipótesis que se aleja es que Massa y Alberto hagan causa común para quitarle poder a Cristina.

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