Por Guillermo Cherashny.-

La reunión de la cúpula de UNA realizada ayer a la tarde en el hotel Hilton fue un apoyo a Cambiemos pero con condiciones: no apoyar un ajuste, cárcel a los corruptos, nuevo Código Penal y Código Procesal penal e intervención de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico. Es obvio que Macri no acepta ningún condicionamiento pero Massa y De la Sota no pidieron ni aceptarán cargos, aunque ayudarían a CAMBIEMOS a formar la mayoría legislativa y apoyarían muchos proyectos de esa fuerza que coinciden bastante con estos dos últimos y hasta con los progresistas y Adolfo Rodríguez Saá. De modo que el 65% que votó contra la continuidad volvería a repetir ese voto en el ballotage.

Acuerdos a medias

De ese modo, habría mayoría oficialista en la Cámara de Diputados y esto lo dejaría en libertad de acción a Macri para negociar con gobernadores y senadores que aún permanecen en el Frente para la Victoria. Es posible que los massistas sí acepten cargos en la provincia de Buenos Aires, donde en CAMBIEMOS y UNA tiene mayoría, lo que no ocurre en la Cámara de Senadores provinciales. Sin duda que en este proceso -inconcluso- la sombra de Elisa Carrió estuvo rondando para no aceptar un gobierno de coalición, aunque los dirigentes de segunda línea están ansiosos por aceptar los cargos.

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