Por Carlos Tórtora.-

Luego de la reciente derrota electoral, La Cámpora y Máximo Kirchner dieron un paso al frente considerando que los malos resultados provenían sobre todo de los errores de Alberto Fernández y Axel Kicillof. Allí nació entonces la idea de intervenir la provincia de Buenos Aires designando al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, como Jefe de Gabinete. Todo un gran avance para la Tercera Sección electoral, que pasó de ser ignorada por Kicillof, que no le cede espacio a su vice la matancera Verónica Magario, a cogobernar la provincia con un gobernador sumamente golpeado. Pero el avance de Insaurralde justamente no incluye el mayor distrito de la provincia, La Matanza, cuyo intendente Fernando Espinoza mantiene una fría relación tanto con aquél como con La Cámpora. Golpeado por el despliegue de Insaurralde en el gobierno provincial, Espinoza cerró una alianza con la nueva estrella de la Casa Rosada, Juan Manzur, que fuera, hace más de una década secretario de salud de La Matanza. Esta nueva alianza compensa el poder del eje Máximo-Insaurralde y planta un nuevo mapa político distrital. Con Insaurralde y Espinoza jugando en el orden nacional, el que se debilita aún más es Kicillof, que al igual que el presidente sufre de la carencia de peso territorial propio.

Está claro que Máximo e Insaurralde le apuntan a construir un proyecto de poder provincial para el 2023, o sea, quedarse con la gobernación. No está claro a dónde van Manzur y Espinoza pero sí que ambos, así sumados, son una piedra en el zapato de La Cámpora, que necesitaría incluir a La Matanza dentro de sus planes.

La interna recién empieza

El peligro para Máximo y sus huestes es que Manzur y Espinoza levanten el conurbano las banderas del peronismo histórico y empiecen a captar a aquellos intendentes que aún no están comprometidos con el camporismo. Varios gobernadores, empezando por el sanjuanino Sergio Uñac, podrían darle sustentabilidad nacional a esta idea. Es obvio que Manzur prevé que el 15 N habrá un nuevo tembladeral en el gobierno, ya que triunfar es casi imposible. Para ese entonces, el tucumano se propondría montar un sistema de alianzas que sobreviva a la próxima crisis. La designación como Secretario de Comercio Interior de otro ex funcionario de La Matanza, el Secretario Administrativo del Senado Bonaerense Roberto Feletti, le pone el broche a la maniobra de Manzur.

Por otra parte, el viaje de este último a los EEUU para hablar de la deuda argentina muestra a las claras un avance sobre Martín Guzmán, lo mismo que la designación de Felleti, que tiene perfil alto como economista.

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