Por Jorge D. Boimvaser.-

Un exfuncionario de Cancillería que conoce como pocos el paño de las relaciones diplomáticas nos lo dijo sin tapujos. La elección de Miguel Ángel Pichetto como candidato a vice de Mauricio Macri fue casi una imposición del FMI y del gobierno de Donald Trump, y no del PRO y menos del actual Presidente.

El panorama que nos trazó no suena ilógico ni una más de las mil “fake news” que dan vuelta los trolls de uno y otro bando.

El asunto es que los organismos de crédito internacional y las potencias occidentales, empezando por EEUU, nunca supusieron que el gobierno Argentino dilapidaría en forma tan idiota los préstamos de dinero y ahora no hay tiempo de volver atrás ni de asegurarse que si Macri repite su mandato puede cancelas algo de la deuda porque el dinero que vino a la Argentina se dilapidó en una timba en la que solo ganaron los amigos del Presidente.

“Es como si yo te presto plata para que compres un maxiq1uiosco y vos te lo gastas todo en los tragamonedas”, fue la comparación válida que nos hizo el ex diplomático.

Nadie en el mundo sensato espera que si ganan los Fernández las chances de que Cristina cambie se proceder pueda prosperar. Pero Macri tiene una actitud tan demencial de las finanzas que tampoco su reelección garantiza alguna cuota de racionalidad.

Nos dicen que en USA al Ministro Dujovne lo consideran algo así como “un enano de jardín”, tan inútil y grotesco como el peor y los otros funcionarios (los que tienen poder en serio, como Marcos Peña), no son diferentes al titular de Economía.

O es que el FMI no lo sabía porque información confidencial de los funcionarios argentinos la tienen y a raudales porque la Embajada de EEUU en Buenos Aires tiene la ficha de todos los funcionarios locales. Pero al tratar mano a mano con Dujovne advirtieron lo inútil de su proceder, y con personajes así cualquier negociación es imposible de prosperar.

De allí que hayan decidido que Pichetto fuera el vicepresidente hasta que en su momento pongan en marcha la Operación Caballo de Troya (¿licencia de Macri por enfermedad o algo parecido?), y quien se haga cargo de la Presidencia sea su vice. En USA lo testearon desde el FMI, la CIA hasta el Gran Rabino de Nueva York y el hombre nacido y criado en el sur bonaerense pasó todos los exámenes para saltar, cuando Washington lo decida, del sillón del Senado al de Rivadavia.

Pocos saben que Pichetto se crió en Banfield hasta que se radicó en Río Negro. De muy joven Pichetto se dedicó a lo que en la jerga del judaísmo se conoce como un “cuentenik”, esos personajes que salían con un portafolio tipo maxi quiosco y vendía casa por casa todo tipo de artículos. O sea, mientras Macri se criaba en el autismo de una familia tramposamente adinerada, Pichetto hacía la calle y conoció el mundo verdadero que no se enseña en ninguna casa de altos estudios. “Cuentenick” fue José Ber Gelbard, el Ministro de Economía de Perón en su retorno a la Argentina en 1973.

Pichetto Presidente de la Nación se sacará de encima la troupe de inservibles funcionarios macristas y les dará espacio a peronistas presentables, como los que estuvieron en el famoso asado en la Costanera.

El momento de presionar el botón rojo (aunque primero hay que ganar en octubre, algo que el macrismo parece obnubilado por hacer que cada vez lo voten menos adherentes), imposible de saberlo.

Nos dicen que aunque Alberto Fernández jure y perjure que de ganar los K. la lapicera de firmar cualquier negociación estará en sus manos, se hace difícil de imaginar una Cristina diferente a la que ya conocimos.

En síntesis, ni Macri ni los Fernández son confiables para quienes manejan los hilos del poder mundial.

¿Qué Pichetto sea un auto declarado integrante de la masonería argentina es un estorbo? En absoluto, es un masón de los jesuitas y no de esas sociedades secretas anti religiosas como a las que adhiere Macri.  Y vale recordar que en el trono de Roma también está sentado un Sumo Pontífice que adhiere a esos jesuitas. No es poco.

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