Por Carlos Tórtora.-

El discurso de Javier Milei en el Tercer Encuentro Regional del Foro Madrid «Río de la Plata 2024» no fue un discurso más. Con entusiasmo, el presidente se ocupó de demoler cualquier expectativa de apertura política del gobierno.

No reflexionó ni una palabra sobre el significado de las últimas derrotas del gobierno en el Congreso y las atribuyó a una conspiración, sosteniendo que cuantos más votos tiene un proyecto, peor es para la sociedad.

Esta versión de Milei se aleja por completo del presidente convocando a todas las fuerzas políticas para el Pacto de Mayo. Y hay buenas razones para pensar que el verdadero Milei es el que habló en el foro de la ultraderecha.

No hubo en el discurso tampoco ni un asomo de autocrítica por la actual e insondable recesión. Sólo hubo autoelogios para este «milagro argentino» y la amenaza del caos que nos aguarda si nos apartamos de su política económica.

Por supuesto que la megalomanía tenía que aparecer y se puso al nivel sólo de Donald Trump como figura internacional.

La fantasía del presidente se desbordó finalmente cuando dijo que había traído al país 50.000 millones de dólares de inversiones.

Subir la apuesta

Con esta línea discursiva, se puede inferir que el líder libertario no se andará con chiquitas y se prepara para nacionalizar la elección legislativa del año que viene, convirtiéndola en un plebiscito sobre su gestión.

También hubo en el discurso un párrafo de amonestación para las internas de La Libertad Avanza, lo que denota cierto hartazgo.

La ausencia de toda mención al PRO y a cualquier tipo de alianza también indica que Milei sólo hará política autorreferencial. Apenas mencionó a su propio partido, La Libertad Avanza, y no ponderó a su equipo de colaboradores.

En definitiva, ante su auditorio preferido, los grupos de ultraderecha, Milei aprovechó para profundizar su línea original, sin concesiones de ningún tipo.

Share