Por Guillermo Cherashny.-

El sainete entre el gobierno y la oposición más los medios de comunicación, por el descubrimiento público de la afición del presidente por el sexo femenino está dominando la agenda pública sobre un tema que era de conocimiento de los dirigentes políticos y algunos periodistas.

En efecto, a Alberto Fernández le gustan más las mujeres que la política; es más, hace política para conocer mujeres, diría alguien exageradamente. Y llegar a la presidencia incentivaría esa vocación, aun en la pandemia más larga que conocemos. Así que es la larga lista de mujeres de todo tipo que visitaban la quinta de Olivos en este año y medio de su presidencia y le dio un tema de campaña a la oposición después de arrinconar a Cecilia Niccolini con la supuesta alianza con Rusia.

Pero detrás de este escandalete está la mano de Mario Montoto, el poderoso empresario de seguridad e inteligencia, quien es un enemigo íntimo del presidente desde los tiempos de Néstor Kirchner, cuando Alberto F. le cerraba la puerta del presidente y Montoto, de la mano de Daniel Scioli y Macri, llenó de cámaras de vigilancia a todo el país, incluido Tigre y San Fernando, pero nunca pudo superar la valla que le pusieron Alberto y Horacio Verbitsky, y la aparición de Chien Chia Hong, el empresario taiwanés pero representante de la República Popular China, amenazaba con Apache Solutions, el monopolio que Mario Montoto tiene sobre el aparateje de seguridad e inteligencia y, como Montoto es compañero de Patricia Bullrich en el exilio montonero, se aprovecharon de la afición del presidente por las mujeres para armarle el escandalete que parece no tener fin.

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