Por Carlos Tórtora.-

Las escaramuzas de los últimos días en torno a las reuniones por la negociación con el FMI mostraron un realineamiento bastante concreto en la oposición. El heterogéneo arco de Juntos por el Cambio se concentró en las figuras de Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta. El jujeño asumió el rol de interlocutor con el gobierno, decidido a demostrar que está en condiciones, como nuevo líder de la UCR, de disputarle al PRO la conducción de la oposición.

Morales cuenta en principio con ciertas ventajas. Su oposición interna sólo está representada por Martín Lousteau, que justamente le responde a Larreta. Pero éste sigue teniendo que lidiar con Mauricio Macri, que no termina de renunciar a sus aspiraciones presidenciales para el año que viene. Morales y Larreta se disputan la interlocución con la Casa Rosada y ambos creen que estará mejor posicionado en la carrera presidencial el que lleve la negociación con la Casa Rosada. El caso de la deuda es un claro ejemplo. Ante la posibilidad de que haya un acuerdo rápido con el FMI, Morales se apura a sentarse a la mesa como representante de los gobernadores radicales. Según otras fuentes, el acuerdo está todavía lejos de madurar y mal haría Juntos por el Cambio en dar apoyo a una negociación que permanece en el misterio.

Larreta, en cambio, optó por no concurrir a la reunión de los gobernadores con Martín Guzmán, en lo que fue un mensaje de endurecimiento ante el frente interno del PRO. La confrontación entre Larreta y Morales hace que los halcones del PRO, encabezados por Patricia Bullrich, se hayan replegado ante el choque con los radicales. Mario Negri, vocero de la bancada radical en Diputados, salió por su parte a torpedear el reciente acuerdo sobre temas impositivos entre Bullrich y Javier Milei.

La Gestapo

Este fluido panorama incluye el capítulo de la Gestapo antisindical. María Eugenia Vidal, principal imputada en la denuncia sobre el funcionamiento de la mesa Judicial de Buenos Aires, estaría furiosa porque Larreta le habría soltado la mano no diciendo una palabra en su respaldo.

El que hablaría del tema en los próximos días sería Macri, ya que son varios los ex funcionarios de la AFI que aparecen implicados, esto es, el exdirector jurídico de la entidad, De Stefano, el exdirector Operacional de Contrainteligencia, Dalmau, y el exjefe de Gabinete de Silvia Majdalani, la entonces subdirectora del organismo, Biorci. Fuentes de JxC sostienen que próximamente Morales y otros radicales saldrían a tomar distancia del PRO en lo relacionado con este escándalo. Argumentarían que la coalición opositora no puede hoy hacerse cargo de los errores cometidos por Macri en los manejos del espionaje ilegal.

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