Por Guillermo Cherashny.-

Ayer Hugo Moyano dijo que si lo metían preso quería estar en la celda contigua a Franco Macri y además señaló que si lo tocan a su hijo Pablo es como atacarlo a él.

El camionero rompió el silencio ante la imputación por la justicia provincial y un juez federal de Quilmes por supuestas irregularidades en el Club Independiente, como ser lavado de activos por la compra y venta de jugadores.

Quienes son aficionados al fútbol saben que los Moyano recibieron el Club Independiente peor de como Macri recibió el país. En efecto, no estaba terminado el Estadio Libertadores de América. Esta en convocatoria de acreedores no vendía ni compraba jugadores y jugaba en la B. Pocos años después, terminó el Libertadores de América, compró un montón de jugadores y recién ahora, después de ganar la Copa Sudamericana, vendió jugadores por más de 25 millones de dólares. Es decir que durante cuatro años los Moyano pusieron millones en Independiente, lejos de llevarse alguna moneda.

El acusador es el «Bebote» Álvarez, líder de la barra brava de los rojos, un delincuente procesado con prisión preventiva que es utilizado por el gobierno nacional para acusar a los Moyano días después que en Mar del Plata, junto a Luis Barrionuevo, se opusieran a la reforma laboral como un todo o en parte, lo que demuestra que, lejos de existir división de poderes, existe una sujeción de la justicia provincial a la Casa Rosada, con el objetivo de sancionar reformas laborales por partes y negociar paritarias en posición de fuerza para el gobierno.

Está claro que los Moyano no son la Madre Teresa y muchas de las acusaciones son verdades, aunque difíciles de probar en la Justicia y el contraataque no se hizo esperar, ya que el camionero dio a entender que la familia Macri, empezando por Franco, hizo dinero ilícito con el correo y con otros negociados y, si lo metieran preso, querría estar en la celda contigua a franco Macri.

Es la primera vez que un dirigente gremial y político como Moyano le dice al presidente que no es la Madre Teresa de Calcuta -como dice Elisa Carrió- y que le conoce muy bien toda su historia de empresario prebendario.

Así las cosas, se viene una guerra en donde la opinión pública está a favor del gobierno, pero en momento en que este gobierno no encuentra el rumbo económico.

Share