Por Guillermo Cherashny.-

Sorpresivamente muere Jorge Brito, el presidente del Banco Macro, la entidad financiera nacional más importante, que despegó económicamente en los 80 por su cercanía de la Junta Coordinadora, aunque más tarde creció mucho con Carlos Menem, pese a tener una severa crisis después del Tequila, aunque pudo sobrevivir a ese huracán, y cuando asumió Duhalde después del default, jugó un papel clave apoyando a ese gobierno que nació tan débil.

Al inicio del gobierno de Néstor Kirchner, las relaciones fueron muy malas, pero mejoraron mucho con Julio de Vido y el Banco Macro siguió creciendo como el más importante de los locales.

Cuando Kicillof viajó a Wall Street, quiso ayudar al gobierno para solucionar el conflicto con los holdouts pero la tozudez de Cristina lo impidió.

Su época más oscura con el poder la tuvo con Mauricio Macri, quien tenía aversión por todos sus pares, que siempre lo subestimaron, y así fue como no tragaba a poderosos empresarios. Jorge Brito era uno de los banqueros que más detestaba, al punto de querer encarcelarlo. Por suerte para él, Macri perdió la reelección y vio con buenos ojos al gobierno de Alberto Fernández, ya que tenía una relación de amistad con Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, y desde el primer momento intentó apoyar al gobierno desde una posición crítica, como cuando almorzó con Máximo Kirchner y le explicó que el impuesto a las grandes fortunas que se sancionó esta semana pasada era contrario a la inversión. Pero el líder de La Cámpora no lo escuchó, pese a que Jorge Brito, como dijimos, quería ayudar a este gobierno. Pero el destino se lo impidió y su muerte produjo una conmoción en el círculo rojo debido a este lamentable accidente.

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