Por Carlos Tórtora.-

¿Un frente de centro izquierda contra el ajuste?

Tres tendencias van marcando un cambio del escenario político con una velocidad impensada. En primer lugar, la casi totalidad de la dirigencia política -oficialista y opositora- está convencida de que las expectativas de un giro favorable de la economía en el segundo semestre son poco creíbles. En segundo lugar, algunas encuestas empiezan a mostrar que el ajuste está erosionando el apoyo al gobierno en algunos sectores de la opinión pública. Por último, la magnitud de la movilización del viernes pasado de las cinco centrales obreras demostró que está en formación un frente social antimacrista que abarca desde la izquierda hasta el moyanismo.

Colocado en el incómodo rol de aliado de la Casa Rosada, Sergio Massa es quien está reaccionando más rápidamente ante el malestar social. Si algo no puede aceptar un político peronista es quedar del lado opuesto al sindicalismo.

Massa ya empezó su giro: se reunió con Miguel Ángel Pichetto y se prepara para apoyar en el Congreso el proyecto de ley antidespidos que el gobierno quiere evitar.

Para no pelearse con Massa, Macri optó entonces por polemizar con Hugo Moyano.

Decidido a ganar la elección para senador nacional por Buenos Aires el año que viene, acompañado en el segundo lugar tal vez por Margarita Stolbizer, Massa habría llegado a ciertas conclusiones. La primera es que, más allá de que el PRO se presenta como un proyecto posmoderno y rechaza las ideologías, la magnitud del actual ajuste lo identifica con la derecha económica y esta identidad es ya irreversible. Por lo tanto, el espacio para el crecimiento político y electoral estaría en el ámbito de la centroizquierda y los dirigentes peronistas tendrían que optar entre integrarse al PRO o confluir en un proyecto progresista que frene el ajuste macrista y presente una alternativa económica más moderada. Este giro a la izquierda del massismo implica rescatar a la parte del kirchnerismo que no quedaría aferrada a los estrados de Comodoro PY. Por ejemplo, a Fernando “Chino” Navarro, quien ya mantiene conversaciones con los renovadores.

Yendo por todo

Pero la verdadera jugada de riesgo de Massa sería ir mucho más allá del peronismo y subir a su carro a la misma Victoria Donda y, desde ya, a Fernando Pino Solanas, que le darían un matiz bastante distinto al Frente Renovador. Por supuesto que la próspera relación del tigrense con Stolbizer va creando las condiciones para un giro mayor.

Ayer, Luis D’Elía, Gabriel Mariotto y Fernando Esteche se mostraron juntos en una convergencia que algo tendría que ver con todo esto: se trataría del nuevo partido Miles por Tierra, Techo y Trabajo.

La alianza en vistas entre el massismo y la centroizquierda apuntaría también a dejar en una posición de debilidad al tándem formado por José Luis Gioja y Daniel Scioli, que no disfrutarían de los beneficios de esta polarización que podría darse en todo el país.

Share