Por Guillermo Cherashny.-

El acuerdo del Gobierno con los gobernadores peronistas y el bloque Argentina Federal no garantiza la aprobación de la reforma previsional, aunque Pablo Kosiner, presidente del bloque de diputados, participó de la reunión del viernes pasado. En efecto, es muy probable que el PJ no K aporte diputados para conseguir el quórum, es decir unos cuantos por encima de los 130 y no más de 140, pero votarían a favor entre 125 y 127 diputados, porque el lunes asumen dos nuevos, entre ellos el capitalino Jorge Enríquez, que sumaría junto a otra diputada 108 al bloque de Cambiemos, a los que hay que sumar algunos santiagueños, tucumanos y misioneros.

Estaría garantizado el quórum pero el bono de 750 pesos no soluciona la pérdida de los jubilados y mucho menos de los que recibirán la mitad de esa suma, entonces, comenzada la sesión para aprobar la reforma previsional, el Gobierno piensa que con 125 votos le alcanza. Pero habrá que esperar hasta última hora y el último orador porque, si al momento de la votación el oficialismo tiene 125 votos y la oposición sólo 110, queda una treintena de diputados que no votarían ni a favor ni en contra, por lo cual si los 110 que están en contra se retiran y quedan sólo los 125 a favor, no habría quórum y, por tanto, se caería la sesión.

Parece un cuadro muy irreal, pero habrá incidentes como el otro día, amenaza de paro de la CGT y los discursos demoledores de los opositores sobre que se les quita salario a los jubilados para dárselo al gasto político del gobierno nacional y los provinciales. Estos discursos convertirán esta ley es muy impopular e invotable, y con amenazas de escraches a los peronistas que den el sí; por lo tanto, habrá mucho «arrugue» y ausencias en el momento de votar y quizás ninguna abstención que favorezca al oficialismo.

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