Por Guillermo Cherashny.-

Cuando parecía que el presupuesto 2019 sería aprobado sin problemas en el Senado, tal como lo anticipó Miguel Pichetto, el presidente del bloque Argentina Federal, inesperadamente un grupo de ocho gobernadores pidió anular el DNU que eliminaba el fondo sojero. Pichetto contestó que no se podía volver atrás, porque todos los gobernadores así lo acordaron. Pero estos ocho, entre los cuales se destacaron Gildo Insfrán y Gerardo Zamora, dijeron que este gobierno no cumple nada de lo que promete y que había que hacer lo mismo, es decir, exigir reponer el fondo sojero, que es de distribución automática.

Este reclamo coincide con una queja de todos los intendentes del país pero especialmente los del conurbano, que lo usan para obras públicas y escuelas. Pero atrás de este trasfondo, Pichetto ve la mano del cristinismo, que quiere cuestionar su liderazgo sin voltearlo de la jefatura del bloque. Esta posición del líder del senado es compartida por los gobernadores Schiaretti y Urtubey, ambos del grupo Retiro, pero el cuarto hombre, Sergio Massa, se llamó a silencio, aunque está claro que apoya los reclamos de los intendentes.

Rosana Bertone, la gobernadora de Tierra del Fuego y ex aliada de Urtubey, está muy enojada con el gobierno porque no le cumplen las promesas y Gerardo Zamora, quien maneja los tres senadores de Santiago del Estero, está furioso por dos temas: el primero es falta de cumplimiento de las promesas del ejecutivo y lo más importante, porque el bloque de Cambiemos le congeló el nombramiento del juez federal de la provincia, cuestionado por Elisa Carrió y los senadores de la UCR.

No se sabe hasta dónde estirarán la cuerda los ocho gobernadores, pero en la Casa Rosada cuentan los días para que se sancione el presupuesto antes del G 20 el 30 de noviembre y porque el FMI está evaluando cómo se comporta el congreso argentino.

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