Por Carlos Tórtora.-

En las últimas 72 horas, el aumento de casos de Covid-19 volvió al primer plano político. Y se impuso la necesidad de un nuevo acuerdo entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta. Con la segunda ola de la pandemia por delante, el presidente pudo retomar su rol de sanitarista luego del eclipse que sufriera con la defenestración de su socia Marcela Losardo del Ministerio de Justicia. El círculo presidencial se rearmó entonces como pudo y salió al ruedo para reposicionar a su jefe. La expectativa del círculo áulico es que Cristina Kirchner se refugie nuevamente en el mutismo y le devuelva a Alberto el rol protagónico por una razón fundamental: si este último queda opacado, en un país presidencialista como la Argentina, el gobierno podría trabarse cada vez más y esto debilitaría también a la vicepresidenta. Como se ve, ambos están atados al mismo carro y no pueden disociarse sin pagar las consecuencias. La semana pasada terminó con gruesos nubarrones para el albertismo, porque en la Casa Rosada no fueron informados de la extensa reunión de trabajo que mantuvieron Sergio Massa, Máximo Kirchner y Martín Guzmán en el congreso, en la cual se acordó una estrategia común en el plano de la deuda. El cónclave fue visto como una devaluación del presidente en momentos en que su autoridad está discutida.

Pendientes de María Eugenia

El esfuerzo de AF por retomar la centralidad coincide con la necesidad de su interlocutor ante la pandemia, Horacio Rodríguez Larreta. En las últimas dos semanas, éste vio cómo su rol de presidenciable se vio opacado por varios lados. El crecimiento de Patricia Bullrich por un lado y el mayor protagonismo de Mauricio Macri por el otro le restaron imagen al jefe de gobierno. El ex presidente hasta se reunió con los principales intendentes bonaerenses del PRO como una forma de demostrar su vigencia. “Mauricio no va a hablar de candidaturas para el 2023, pero no se autoexcluye para nada”, definió un amigo de Macri.

Volviendo a Larreta, en buena medida su destino político pasa por lo que ocurra en Buenos Aires, donde apunta a que María Eugenia Vidal encabece la lista de diputados y gane la elección. Ella última podría entonces optar por plantarse como presidenciable o apoyar a su amigo Larreta. Por el momento, éste se ocupará de administrar la lucha contra la pandemia en sociedad obligada con el presidente.

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