Por Sebastián Dumont.-

Por estas horas, las noticias en el ámbito judicial se multiplican con la velocidad de un rayo. La mayoría de ellas vinculan cuestiones del gobierno pasado y sus relaciones de negocios, aunque también aparecen conexiones con empresarios cercanos al actual presidente de la República. En este marco, se conoció la información de que el ex jefe del Ejército y cerebro de la inteligencia cristinista, César Milani, habría estado detrás de las amenazas a las hijas del fiscal Marijúan. El tema no es menor, porque la red de información que montó la ex presidente no se ha desarmado del todo, y además, conservaría muchas carpetas de cómo se financiaron las campañas de muchos intendentes del conurbano bonaerense, quienes el lunes fueron a escuchar a CFK.

Desde que asumieron en diciembre, los funcionarios nacionales y provinciales no dejan de sorprenderse de cómo los planes y programas sociales se habían convertido en instrumentos de campaña. Sucedía en los municipios donde gobernada un intendente K o en aquellos territorios donde el jefe comunal era opositor y estos instrumentos estaban al servicio de los candidatos kirchneristas. No es casualidad que algunos de ellos se hayan alzado con el gobierno municipal desde el manejo de la ANSES local.

Programas como El Envión o los planes destinados a la lucha contra las adicciones se habían convertido literalmente en unidades básicas. Un caso conocido se dio en José C. Paz, donde el ex intendente Carlos Urquiaga había transformado los centros de prevención de adicciones en locales partidarios. Pero sería injusto centrarse en un sólo distrito. Era algo común en todo el conurbano.

Ni hablar de los manejos de ANSES, donde se está en plena investigación sobre si todos los beneficiarios eran realmente así o había mucha truchada. Las auditorías que se encargaron están dando resultados sorprendentes y escandalosos. Habrá que ver si lo llevan a la justicia como sucedió con IOMA.

La ex presidente maneja toda esa información que le fueron acercando Milani y el ex jefe de la policía Hugo Matzkin a partir de las escuchas y seguimientos que habrían efectuado sobre propios y extraños. El tema ahora es si tiene posibilidades de usarla CFK y dónde, ya que los medios que antes poseía disminuyeron notoriamente.

Pero es verdad que a nadie le gusta que salgan los detalles de cómo se hicieron de recursos para ganar las elecciones. En algunos ejemplos, las financiaciones podrían ser inexplicables hasta para el contador más avezado.

Quizá no sea la única razón, pero sí seguro que es una de ellas la que motivó que todavía muchos intendentes no se animen a romper con la ex presidente, aun con el poder disminuido. Por supuesto que hay excusas políticamente más correctas para explicar por qué se dio una escena muy parecida a lo que sucedía en las Casa Rosada: CFK en el atril y abajo todos las escuchaban.

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