Por Guillermo Cherashny.-

Al analizar los resultados de las PASO del domingo pasado, a Mauricio Macri le llamaron la atención los pobres resultados obtenidos por CAMBIEMOS en Salta, Jujuy, La Rioja, Formosa, Misiones, Santiago del Estero y Tucumán. En esta última, el PRO lo dejó pagando a José Cano, el candidato radical a gobernador que en el 2013 llegó a 10 puntos del FpV. Allí Macri colocó como candidato a primer diputado nacional a Facundo Garretón e intentó que el ex senador nacional Pablo Walter ocupe nuevamente esa banca. Pero Cano se plantó y puso a Silvia Elías de Pérez y recién en el segundo lugar a Walter, un dirigente inteligente y mano derecha de Esteban Bullrich. El caso es que cuando, dos meses atrás, Cano vino a la Capital a pedir fondos para fiscalizar la elección en su provincia, en el entorno de Macri lo pasearon de un lugar a otro sin definirle nada. Finalmente, después de que se decidiera ubicar a Garretón al frente de la lista de diputados nacionales, a Cano no le dieron ningún apoyo y de este modo Cambiemos ni siquiera llego al 20% de los votos en Tucumán. Peor aún fue el resultado en Salta, donde en abril Macri medía más que Scioli pero en las elecciones locales el gobernador Juan Manuel Urtubey arrasó con el 60%. Ahora en las PASO Scioli bajó al 43% y Massa, gracias a su candidato a vicepresidente Gustavo Sáenz, obtuvo el 28%, quedando CAMBIEMNOS con el 19%. En Jujuy, a su vez, UNA quedó también segunda, como en La Rioja y en Santa Cruz. A su vez, en Río Negro, donde Massa ni apareció en la campaña, obtuvo mejor performance que Macri.

Todas las fichas a Buenos Aires

Este panorama indica que el PRO sólo gastó mucho dinero en la provincia de Buenos Aires. Allí Edgardo Cenzon, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, desembarcó con cuatro valijas llenas de billetes para pagar a los fiscales. Semejante reguero de dinero dio frutos en la primera sección, el fuerte de Massa, donde el PRO entró segundo. Sin embargo, el macrismo aportó muy poco para financiar la fiscalización en Santa Fe y Córdoba, donde CAMBIEMOS perdió, cuando hace tres meses superaba a Scioli y Massa juntos. O sea que los 24 puntos del PRO a nivel nacional no habrían sido más debido a que «el cartonero» -como Diego Maradona le decía a Macri- no habría querido poner la plata para los fiscales. En la Capital Federal también el balance fue negativo: el PRO tuvo el 41% y completó el 48% sumando a la UCR y la Coalición Cívica, a los cuales no les quedó ningún candidato a diputado nacional de los siete que eventualmente pueden salir electos. En este contexto apareció el antimacrismo porteño, que le permitió a Scioli captar el 25% y al massismo hacerse con el 13%. Están asimismo los 7 puntos de Vicky Donda, que lleva a Stolbizer como candidata a presidente. Esto indica que el supuesto 70% de aceptación de Macri en la Capital es falso. Ahora el jefe del PRO acusaría a toda su dirigencia por los fracasos electorales en el interior, en vez de mirarse a sí mismo, a Jaime Durán Barba y a Marcos Peña.

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