Por Guillermo Cherashny.-

Hay varias denuncias del espionaje a periodistas, políticos, empresarios, etc., durante la gestión de Mauricio Macri del 2015 al 2019 y ya todos los medios escritos en sus portales dan cuenta del hecho y hasta «Clarín» y «La Nación» empezaron a informar sobre ello.

La teoría de que las denuncias de Cristina Camaño -la interventora del AFI- inventó esas operaciones de inteligencia para ensuciar al macrismo y para que Cristina zafe de sus causas penales ya se torna increíble, porque las dos noticias son ciertas pero no tienen ninguna conexión entre ellas.

Es cierto que la ex presidente quiere salir sin culpa de sus causas penales y que le sirve emparejar con Macri con investigaciones sobre la corrupción 2015 al 2019 y con el uso de los servicios de inteligencia para operaciones ilegales. En efecto, la causa que lleva adelante el juez federal Federico Villena de Lomas de Zamora, donde un narco arrepentido, «Verdura» Rodríguez, declara que un agente probado de la AFI en el macrismo llamado Facundo Melo le dio impunidad a cambio de poner una bomba en el antiguo domicilio de José Luis Vila, ex subsecretario de la SIDE y dirigente radical que competía con Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por el manejo de la AFI en el gobierno de Cambiemos demostró mediante una serie de allanamientos ordenados por el Juez Villena en el domicilio de Facundo Melo, donde se le secuestró el celular a este agente de la AFI.

Ahí aparece el personaje de la historia de espionaje y es Alan Ruiz, un porteño que fue funcionario Juan Carlos Tierno, el ex intendente de La Pampa, que fue destituido por varias irregularidades en procedimientos judiciales y policiales. Tierno, con un caudal de votos del 10% en la provincia de La Pampa, fue reivindicado por el ex gobernador Carlos Verna porque lo ayudó a volver a la gobernación con lista corta en las elecciones del 2015, y lo nombró Ministro de Justicia y Seguridad de La Pampa y desde ahí «armó» dos causas, una contra varios pampeanos ligados al ex gobernador Carlos Marín -entre ellos su hijo- vinculándolos a una causa de narcotráfico que resultó completamente falsa, y la segunda fue acusar falsamente al senador Marino de abuso sexual, y en este caso Tierno y Alan Ruiz tuvieron aparentemente el acompañamiento de Carlos Mac Allister.

Tierno se relacionó con la entonces Ministro de Seguridad Patricia Bullrich por compartir una un cargo nacional y la otra nacional y le prestó a su ahijado Alan Ruiz, quien pasó a ser funcionario de Seguridad y luego como Director de Operaciones de la AFI, donde se hizo la operación de seguimiento de Cristina, Duhalde, Santilli, Alconada Mon y varios más.

Cuando le preguntaron a Patricia Bullrich -presidenta del PRO- la semana pasada, dijo que los narcos, para mejorar su situación, dicen cualquier cosa, refiriéndose a «Verdura» Rodríguez, que denunció a Facundo Melo, quien se arrepintió y dijo que dependía de Alan Ruiz, el funcionario pampeano ligado a Tierno y que Patricia Bullrich cooptó para Seguridad y después para de Director de Operaciones de la AFI. Y desde ahí se armó la operación judicial contra el senador radical Juan Carlos Marino y luego contra Hugo y Pablo Moyano, fogoneada por Gerardo Conte Grand, el Procurador General de la Provincia Buenos Aires y el periodista Luis Majul, que fogoneaba desde los medios la persecución a los Moyano.

Así las cosas, la nueva presidenta del PRO, la señora Bullrich, tendrá que dar muchas explicaciones a la Justicia.

Share