Por Guillermo Cherashny.-

La Ministra de Seguridad no se queda quieta y recibió en su despacho a la policía metropolitana que mató a un motochorro a la salida de un supermercado y que fue absuelta por el Tribunal Oral 14 que, en su sentencia, marca una abierta contradicción con los jueces que procesaron por homicidio al policía Chocobar. Además, Chocobar puede respirar aliviado, porque una reciente pericia demostró que el disparo que le dio muerte al ladrón que acuchilló al turista americano en la boca primero pegó en el piso y luego le dio en la cintura y luego le produjo la muerte. En este caso, «la piba» apoyó al policía de Avellaneda que, fuera de servicio, salvó la vida del turista americano y contó con la simpatía de casi toda la sociedad y los medios de comunicación pero la justicia le dio la espalda.

El otro día cuando, la ministra opinó que había libertad de los ciudadanos para portar armas ante una pregunta de una periodista; pero ayer Santiago Canton, Secretario de Derechos Humanos de la gobernadora Vidal, sin nombrar a Bullrich, discrepó con ella y señaló que el monopolio de la fuerza sólo la tiene el Estado. Canton fue secretario de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA y fue desplazado por una exigencia de Chávez-Maduro; volvió al país y se sumó al Frente Renovador de Sergio Massa, quien se lo propuso a Vidal en diciembre de 2015 y es un funcionario muy independiente que se atrevió a oponerse a la prisión preventiva de Milagro Sala contra la opinión de todo Cambiemos. Pero su cesantía de la OEA, exigida por Chávez-Maduro, es una cucarda que lo pone a salvo de cualquier cuestionamiento y no está claro que su contraria a Bullrich sea la de María Eugenia Vidal. La decisión del Tribunal Oral 14 rompe con una tendencia zaffaronista en la justicia argentina y es un verdadero punto de ruptura que no se registraba desde hace mucho tiempo y refuerza la figura de la ministra de seguridad en el gabinete.

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