Por Carlos Tórtora.-

En materia de números, Mauricio Macri no sólo debe lidiar con la negociación con el FMI, la baja de la actividad económica del 2,7% en julio y la extrema dificultad en controlar el dólar. También en lo político los números alteran los ánimos del gobierno. Primero fue una encuesta de Sinopsis y ahora son tres sondeos de Ricardo Rouvier y Asociados, Federico González y Asociados y otra vez Sinopsis. El aporte central de estos trabajos que ya marcan una tendencia: varios candidatos peronistas estarían en condiciones de disputarle con éxito el ballotage a Macri si Cristina Kirchner no se presenta como candidata. En otras palabras que, si se afirma esta tendencia de las encuestas, que son las que validan las previsiones electorales de los políticos, la candidatura de CFK sería un obstáculo para el retorno del justicialismo. Así las cosas, los números le estarían dando entonces la razón a Felipe Solá, que le reclama a la ex presidente un gesto de desprendimiento. Si Cristina estuviera fuera de juego, Macri no tendría plafón para llegar a los ansiados 40 puntos, sacarle 10 al segundo y ganar en primera vuelta. Debería ir entonces a un ballotage con candidatos peronistas que no tienen altos índices de rechazo, especialmente Sergio Massa, que es hoy el más instalado.

Peronistas ante todo

La incógnita es qué sucederá si esta incipiente tendencia se profundiza en los próximos meses. El peronismo es básicamente exitista y corre en apoyo del candidato mejor posicionado. Los intendentes del conurbano, por ejemplo, ratificaron su lealtad a CFK ni bien ésta demostró en las elecciones del año pasado su capacidad de trepar por encima de un tercio de los votos. En cambio los gobernadores le son más esquivos, porque en el interior el arrastre de ella es inferior al del conurbano. El tema es si en el peronismo puede haber un operativo clamor para que CFK dé un paso al costado y le libere el camino a un candidato que le pueda ganar a Macri el ballotage. Para Cambiemos esta tendencia en las encuestas representa entonces un peligro potencial importante porque Macri necesita enfrentar en el ballotage a su antecesora, contando con que la memoria colectiva condene a la derrota al kirchnerismo. Claro que este riesgo es desde ya relativo conociendo la personalidad de la ex presidente. Ella se resistiría a dar un paso al costado porque un candidato peronista triunfante establecería un nuevo liderazgo y la obligaría a jubilarse.

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