Por Guillermo Cherashny.-

Es una afirmación aceptada que Mauricio Macri y su coalición le ganaron al peronismo las últimas elecciones presidenciales pero en realidad Macri ganó en una parte importante de sectores del peronismo que lo votaron. En primer lugar, el peronismo oficial, es decir, los que se sumaron al PRO desde sus inicios, como Cristian Ritondo y Diego Santilli, y más tarde el armador de Cambiemos, Emilio Monzó, que se reconoce peronista. Después se sumó el partido FE del Momo Venegas, que es claramente peronista. Con esos sectores Macri pudo llegar al 34% en la primera vuelta, número clave para quedar a 3 puntos de Daniel Scioli y de ese modo estar mejor posicionado para la segunda vuelta, donde recibió el 60/65% de los votos de Sergio Massa y José Manuel de la Sota, lo que le permitió ganar el ballotage.

Ante la diáspora actual del peronismo, los intendentes nucleados detrás de Espinoza -muy cerca de Daniel Scioli y Julián Domínguez- calificaron a Juan Manuel Urtubey como “peronismo blue”, al que se podrían sumar el sanjuanino Gioja, el flamante gobernador Sergio Uñac y Dalmacio Mera, vice de Catamarca. Y ahora también Verna, el gobernador de La Pampa, que criticó duramente a Héctor Recalde, el rebelde presidente del bloque FpV en Diputados. Pichetto también estaría, al igual que Claudia Abdala, gobernadora de Santiago del Estero, esposa de Gerardo Zamora, radical K pero asimilable al peronismo blue (les dicen así porque no responden al liderazgo de Cristina y son blue porque son caros, le piden un porcentaje alto de la coparticipación a Macri o bien amenazan con juicios por el mismo tema o exigen ministros de la Corte Suprema para darle gobernabilidad en el senado). En cambio Sergio Massa, aunque tiene muchos aliados radicales en el Frente Renovador y no reniega del peronismo aunque no peleará por su conducción, que se la deja a De la Sota, es el peronismo «contado con liqui», porque Cambiemos -es decir PRO y UCR- lo eligieron como aliado para la gobernabilidad en Diputados y en la PBA. Y es el único que opera en contado con liqui, ya que está obteniendo numerosos cargos en la PBA y también en el gobierno nacional, que podrían ser más si Massa quisiera, aunque él quiere liderar la oposición responsable.

Por último, quedan el denominado “sciolismo” y los seguidores de Cristina en «resistiendo con aguante» y, si bien son aliados tácticos, el sciolismo reúne al ex gobernador y los viejos barones del conurbano y otros más jóvenes, y tienen alianzas con el grupo de los 8 intendentes que presionaron por el acuerdo en la PBA, también llamados “los 12 apóstoles”, ya que se agarran de la sotana de Francisco. Por último, en «resistencia con aguante» se juntan La Cámpora y parte del bloque de diputados del FpV, con Héctor Recalde a la cabeza y los sectores progre. A este sector es al que quiere liderar la ex presidente, que reúne el mayor número de impresentables, que le sirven a Macri para tapar sus primeros errores. Como se ve, el peronismo da para todos los gustos, y están en el poder, en el medio o en la oposición total.

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