Por Guillermo Cherashny.-

La formación de un sub bloque radical en la Cámara de Diputados no es para dramatizar ni significa la ruptura de la UCR ni de la coalición Juntos por el Cambio. En realidad, la aparición de una nueva generación encabezada por Martín Lousteau, Emiliano Yacobitti, Rodrigo de Loredo y el santafesino Maximiliano Pullaro, entre otros, quiere competir electoralmente con la conducción de los, bloques parlamentarios que se enfrentaron al kirchnerismo desde sus orígenes, como Morales, Sanz, Negri, Naidenoff, que en realidad sobrevuela la disputa por la presidencia del comité nacional la UCR entre Morales y Lousteau, aunque este último no se presentaría, porque olfatea un triunfo del gobernador jujeño. Pero el mayor cuestionamiento se dio hacia Mario Negri, el diputado que conduce el bloque radical hace mucho tiempo y que curiosamente es «bancado» por Elisa Carrió, que pertenece a otro partido, pero que también cuenta con el respaldo del radicalismo del interior, que no quiere que Lousteau avance sobre ellos. El por qué este conflicto se disparó en estos momentos después del triunfo nacional de Juntos se debe a los agravios de Carrió contra Yacobitti y la Franja Morada en defensa del desgastado Mario Negri, quien perdiera las PASO por el 20% frente a Rodrigo de Loredo, quien presidirá el nuevo bloque de 12 de diputados que no se irán ni del radicalismo ni de Juntos, por cual es conveniente no dramatizar, aunque en el PRO están contentos porque se enfrentaban a un radicalismo fuerte y renovado que no quiere ser más furgón de cola del PRO y ahora están divididos. Pero los tres gobernadores de la UCR en Mendoza, Jujuy y Corrientes están alineados con Gerardo Morales, quien sería el candidato presidencial, o Facundo Manes, que en este episodio se alineó con los gobernadores del interior.

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