Por Alexis Di Capo.-

María Eugenia Vidal es a la vez el punto más fuerte y más débil del gobierno. Por un lado, supera por varios puntos a Mauricio Macri en las encuestas. Pero por el otro las mediciones indican que la gobernadora está en un empate técnico con Axel Kicillof. Si perdiera ante éste, el efecto de la derrota se expandiría sobre la segunda vuelta y le restaría votos a Macri-Pichetto. Y en el caso de triunfar, Macri quedaría cercado por las tres principales provincias, contando con el advenimiento de Omar Perotti al gobierno Santa Fe.

Así las cosas, recayó el problema sobre el polifacético Miguel Ángel Pichetto quien, además de sus demás funciones, está ahora dedicado a asegurarle la victoria a Vidal.

La irrupción del rionegrino en la política bonaerense es vista con inquietud, ya que estaría en duda la postulación de Daniel Salvador como vice de la gobernadora. Concretamente, la UCR podría cederle al peronismo aliado del PRO la vicegobernación para Cristian Ritondo, con la idea de que los radicales ocupen como compensación la presidencia de la Cámara de Diputados que reclama el mendocino Alfredo Cornejo. El nuevo problema que se plantea es cómo rivalizar en los medios con Sergio Massa, ahora candidato a primer diputado nacional.

Pichetto y Durán Barba estarían buscando un candidato que pueda competir mano a mano con el tigrense. A Ritondo no le daría el pinet.

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