Por Carlos Tórtora.-

El peronismo Federal se encuentra atravesado por versiones que afectan su funcionamiento, por ejemplo, la preparación de un acuerdo de Sergio Massa con el kirchnerismo. No es de extrañar entonces que algunas de las figuras claves estén acelerando sus gestiones para ubicarse en cargos que les permitan asegurarse una cuota de poder más allá de la campaña electoral. Es así que Miguel Ángel Pichetto, que fue mencionado como eventual vice de Urtubey o de Roberto Lavagna, estaría negociando con el macrismo su designación como Defensor General del Pueblo. Este organismo está regulado por el artículo 86 de la Constitución Nacional, que dice: “El Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el Congreso con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de las Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores. Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente designado por una sola ve”.

Cinco años como Defensor del Pueblo le aseguraría a Pichetto un espacio político suficiente como para subsistir durante una segunda presidencia de Macri.

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