Por Carlos Tórtora.-

Lentamente, el clima de búsqueda de la unidad que se advertía en el peronismo en los primeros días del año está cediendo espacio a la reaparición de la lucha de facciones. Por ejemplo, Martín Insaurralde hizo un comentario acerca de que “Cristina es indiscutible”, en referencia a los votos que obtuvo para senadora nacional, y un vocero directo de Sergio Massa, el diputado Rubén Eslaiman, le salió al cruce como para dejar en claro que el tigrense sigue criticando a su ex jefa, pese a la versión de hace unos días de que estaba dispuesto a reunirse con ella. Otro protagonista, el nuevo presidente del PJ, Gustavo Menéndez, estaría a punto de recibir malas noticias judiciales en la causa en la que está acusado de cometer fraude agravado en perjuicio de la administración pública. La Cámara Penal de Mar del Plata rechazó en septiembre pasado todos los planteos con los que el alcalde de Merlo apuntaba a gambetear su comparecencia en los estrados y la jueza del caso ordenó la designación de una nueva fecha de inicio del juicio oral. Ahora, en la mesa chica de María Eugenia Vidal considerarían que Menéndez está sobreactuando en su rol de convocante de la unidad peronista y presionarían para que el juicio oral se efectivize.

Por su parte, CFK mantuvo un discreto silencio ante la ofensiva del macrismo, vía la justicia, contra varios líderes sindicales y contra Hugo y Pablo Moyano. En Buenos Aires, el núcleo duro de La Cámpora sigue detrás de la idea de Insaurralde para candidato a gobernador y Cristina para presidente, ante un Macri que suponen que estará golpeado por el también supuesto fracaso de la actual política económica.

Otro que se sumó a la reactivación del clima de discordia fue el salteño Juan Manuel Urtubey, al declarar ayer que «el peronismo está a kilómetros de distancia del ciudadano y no representa a los argentinos» y que Cristina Kirchner representa al pasado. Algunos dirigentes ofendidos comentaban ayer que el que está más lejos de la gente sería Urtubey porque, mientras él veranea en Punta del Este, en Salta hubo más casos de suicidios por situaciones de extrema pobreza.

Una golondrina no hace verano

En síntesis, la reacción social contra la reforma previsional, la importante caída en las encuestas de Mauricio Macri, sumadas a la suba de la inflación y los nuevos tarifazos, hicieron crecer en las últimas semanas la impresión de que crece el margen para una recuperación política del peronismo. Sin embargo, las detenciones de los secretarios generales del SOEME y de la UOCRA Bahía Blanca, Marcelo Balcedo y Humberto Monteros, más la investigación de Hugo y Pablo Moyano por lavado de dinero en OCA, fueron una advertencia indirecta de la cual muchos dirigentes del PJ bonaerense tomaron debida nota. Para el macrismo, el mantenimiento de la actual partición del justicialismo de Buenos Aires es un punto central de su estrategia electoral. El problema de los barones del conurbano es que saben que a fin de año o antes el Gobierno pondría en marcha su plan para desplazarlos de sus sillones el año que viene. Una cuenta regresiva que ya empezó.

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