Por Carlos Tórtora.-

La crisis de la pandemia viene a realimentar la grieta entre populismo y neoliberalismo. La mayor parte de los gobiernos adhieren al aislamiento social como instrumento para atenuar el contagio. Pero una minoría de estados, encabezados por el Reino Unido, los EEUU y Brasil, suavizan las medidas restrictivas para que no se produzcan daños graves en la economía. Mauricio Macri acaba de tocar el tema elogiando la política contra el virus desarrollada por el gobierno de Boris Johnson. La discusión va más allá de una confrontación entre políticas sanitarias. Lo que está en juego es la marcha de la economía en los próximos tiempos. Los llamados neoliberales han evitado a grandes rasgos que la pandemia sea la ocasión para desatar un acentuado dirigismo económico con intervención en prácticamente todos los mercados. En cambio, en mayor o menor medida, los populistas dictan medidas intervencionistas sin economizar esfuerzos, reforzando los ya abundantes controles estatales.

El día después

Las consecuencias de esta dicotomía se verán ni bien se salga de la etapa crítica del coronavirus. La Argentina se encamina ahora hacia un plan económico de emergencia centrado absolutamente en los recursos del estado para reactivar la economía. Paradójicamente, si el aislamiento social tiene éxito, el gobierno podría llegar a ser criticado por sobreactuar paralizando la economía con sus medidas de emergencia. El problema es que no sería sencillo ponderar, una vez pasado el pico de la crisis, si las medidas tan severas eran o no necesarias.

A simple vista, el dictado de la cuarentena total con apenas 30 casos más de coronavirus por día, puede llegar a parecer desproporcionado. Pero dejaría de serlo si gracias a las medidas se lograra evitar la escalada del contagio.

En este punto, Macri se planta en la posición más dura, ya que sus legisladores, en definitiva, apoyaron el establecimiento de la cuarentena total. El ex presidente estaría ubicándose adelantado a los tiempos y a qué pasará cuando se levante la cuarentena total y quede el saldo de una economía paralizada.

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