Por Guillermo Cherashny.-

Está claro que para Macri la mejor campaña es gobernar bien hasta el 27 de octubre. Hasta el fin de semana pasado se mostraba como el candidato confrontativo en al línea de Lilita Carrió, Patricia Bullrich, Miguel Pichetto y Guillermo Dietrich, que son partidarios de profundizar la grieta asustando al electorado, pese a que les fue muy mal en las elecciones del 11 de agosto. Pero ese sector de Cambiemos muere de ganas de hacer antiperonismo y antikirchnerismo, ya que saben que no tienen nada para mostrar y que el gobierno fracasó rotundamente. Hablando de este tema, el presidente se enojó mucho con Mirtha Legrand por sus palabras del sábado pasado, cuando dijo que Macri de ganador se convirtió en un fracasado, por lo cual varios ministros se comunicaron con la veterana conductora y con autoridades del grupo Clarín para que pidiera perdón, cosa que hizo la diva.

Consciente de la gravedad de la situación económica, el presidente se comunicó el domingo con Alberto Fernández, Sergio Massa y Roberto Lavagna para adelantarles las medidas cambiarias del lunes y, si bien los primeros días se perdieron reservas por casi 2.000 millones de dólares, el miércoles llegó algo de tranquilidad y bajaron 400 millones de dólares y se dice que hubo menos público retirando depósitos en dólares de los bancos o cambiando los plazos fijos en pesos por dólares. La aparición del Hernán Lacunza, el nuevo ministro de economía, opacó a los «duros y duras» de Cambiemos y veremos qué pasa el sábado 7 de septiembre, cuando se reinicie la campaña electoral, si continúa esta leve tendencia favorable en los mercados del miércoles y sigue hasta el viernes 6, para ver si el gobierno vuelve a las andadas y confronta de nuevo.

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