Por Carlos Tórtora.-

Los recientes saqueos en varios puntos de Buenos Aires y del interior -por ejemplo Chaco- aunque fáciles de predecir no dejaron de impactar sobre el Ministerio de Seguridad que dirige Patricia Bullrich. Hace apenas un mes que el gobierno puso en marcha el Operativo Integración Norte trasladando un contingente de 500 militares a Misiones para realizar tareas de apoyo logístico a la lucha contra el narcotráfico. En forma paulatina, distintas unidades de Gendarmería serían trasladadas, como ocurrió en el pasado, a cubrir la seguridad del conurbano bonaerense. La decisión de involucrar, aun en tareas de apoyo, a las Fuerzas Armadas en la seguridad, fue rechazada por el espectro de la centroizquierda y también predominaron las críticas entre los militares.

Volviendo a los saqueos, los pronósticos más creíbles indicaban que, siguiendo una tradición en la materia, se harían sentir hacia fin de año. Pero los primeros hechos se están verificando en septiembre.

La reacción oficial pasaría por acelerar el intercambio de militares en las fronteras por gendarmes en el conurbano. Más por cuanto es sabido que la policía bonaerense es reacia a intervenir para reprimir saqueos. Así es que el número de militares a trasladar a las fronteras sería de 4000 en las próximas semanas.

Este operativo coincidiría también con los aprestos previos a la reunión del G 20 en noviembre próximo.

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