Por Sebastián Dumont.-

El concejo deliberante de Lomas de Zamora le dio la espalda a la instalación del Bingo en puente La Noria, que venía siendo una de las polémicas de los últimos meses que golpeó las puertas de la gobernadora María Eugenia Vidal. Ahora la última palabra sobre esta sala de juegos la tiene la gobernación. Pero la presión sobre la mandataria provincial aumenta en otros puntos geográficos de la provincia de Buenos Aires. En San Miguel, Joaquín De La Torre quiere echar al Bingo del centro de la ciudad, y en Los Polvorines, concejales del PRO piden el traslado del mismo. CODERE, Cristóbal López, Daniel Mautone y Daniel Angelici complicados para expandir su negocio.

Una presión más se le suma a María Eugenia Vidal a su ajetreada situación en la provincia de Buenos Aires. Se trata del juego donde tendrá que tomar la decisión de avanzar o no en la instalación del nuevo Bingo de Puente La Noria, donde las voces en contra van desde la Iglesia, distintas fuerzas políticas y ahora también el concejo deliberante de Lomas, de manera unánime.

No es un tema sencillo. Esa sala es propiedad de la española CODERE, quien ingresó al mercado argentino durante la década del 90 y en esta sala está asociado al empresario Daniel Mautone, quien a la vez lo es de Daniel Angelici en otros emprendimientos de juegos de azar.

Mautone tiene acciones en el casino de Victoria donde suelen ir figuras de la farándula y habría tenido que ver en la promoción de la figura de Martín Insaurralde y Jésica Cirio cuando el alcalde buscó ser candidato a la gobernación. La cabeza de playa fue el programa de Marcelo Minelli donde Casino Victoria era uno de los principales auspiciantes y hasta llegó a financiar la participación de Mike Tyson en el Bailando por un Sueño.

En el caso de Daniel Angelici, se le adjudica una buena relación con el titular de Lotería provincial López Melitón, quien era representante de jugadores de fútbol pero la verdad es que es conocido de Vidal de antes por su paso en la facultad.

La gobernadora ya ha dado muestras de no querer aumentar la oferta de juego en la provincia. Viene de dar de baja el juego de la quiniela instantánea que el mismo instituto provincial del juego había aprobado. La presión de sus aliados hizo que Vidal diera marcha atrás.

Pero la ola de ir contra los juegos de azar en el conurbano no se detiene. A la idea de no aumentar la oferta se suman ahora los pedidos para reducirla. La semana pasada el intendente de San Miguel Joaquín De La Torre dijo que le pediría a Vidal para sacar el bingo del centro de la ciudad. El mismo lo explota la española CODERE.

Casi al mismo tiempo, en Malvinas Argentinas el solitario concejal que tiene el PRO puso mesas en las calles para pedir lo mismo con el de Los Polvorines. En este caso, desde el gobierno municipal no dijeron nada. Ese bingo está frente a la estación del Ferrocarril Belgrano y mucha gente cuando llega de su trabajo antes de ir a su casa deja su sueldo allí. Es propiedad de Cristóbal López y De Achával. Ambos le compraron ese Bingo al empresario Aurelio Serra, quien además tenía los de Ovaría, Villa Gesell y Pinamar. El zar del juego durante la década K avanzó sobre Gesell y Olavarría, pero no sobre Pinamar donde reina una sociedad con fuertes vínculos con la política del conurbano.

Como sea, el gobierno de María Eugenia Vidal no tiene margen para profundizar la explotación del juego. Es una caja muy importante que se destina por ley a los programas sociales. Termina siendo eso, un juego. Lo que ingresa a los hogares por un lado, los bingos se los sacan por el otro. Mucho más en las clases más humildes. El conurbano es un testigo de ello.

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