Por Sebastián Dumont.-

La plana mayor de quienes llevan adelante la estrategia de comunicación de Mauricio Macri, es decir Marcos Peña y Durán Barba, le aconseja al presidente que no es necesario ni beneficioso hablar de la herencia recibida, porque la gente ya lo sabe y apunta al gobierno de Cristina Kirchner. De hecho, este domingo algunos medios publicaron encuestas, donde la mayoría respondió que la inflación es un problema generado por el gobierno anterior. Estaríamos muy mal como sociedad si no nos diéramos cuenta de eso. Pero ante la vorágine K de instalar que Macri es el ogro que viene a quedarse con la plata de los pobres para dársela a los ricos, cuando suponés que CFK hizo al revés. Claro que la que más se enriqueció fue ella y su grupo familiar. En fin, esa es otra historia. Pero lo mismo puede ser trasladado a la provincia de Buenos Aires, donde le exigen -desde la oposición más racional- que diga las cosas como son y la tremenda herencia que dejó el gobierno de Daniel Scioli.

Si a Macri le dicen que la gente ya sabe los males que dejó el cristinismo, para Vidal la cosa es más complicada aún. En toda la vorágine informativa no les queda tan claro de quién ha sido la responsabilidad de lo mal que quedó la provincia. Es más, sería muy probable que en una encuesta, si se pregunta en el conurbano de quién es la culpa de que no haya agua corriente, la primera respuesta sería del presidente. Y es lógico. El área metropolitana. Para tomar el caso del agua, hay distritos que dependen de AYSA, que es nacional, y otros de ABSA, que administra la provincia. Es decir, un lío. El ciudadano busca soluciones, y cuando busca culpables, suele apuntar a las figuras más visibles. El presidente o el intendente. Logro de Daniel Scioli de haberse invisibilizado bastante estos años para presentarse como la víctima a la que todos los males la acogían por haber dicho, antes de tiempo, que quería sustituir a Cristina Kirchner.

¿Podrá Vidal contar la verdad el 1 de marzo? Hay varias teorías. La más pesimista dice que será muy difícil cuando aún ni siquiera pudo completar la grilla de todos los cargos donde aún conviven varios funcionarios del gobierno anterior. Claro que en segundas y terceras líneas. En materia económica, nadie tiene dudas del desastre que quedó tras el paso de Daniel Scioli, pero si no empiezan a hacer obras pronto, la coyuntura puede jugarle en contra. Habrá que rezar para que ninguna megatormenta azote la provincia de Buenos Aires.

En materia de seguridad, la triple fuga cambió los planes. La idea primaria era ir llevando la situación sólo con el cambio de la cúpula policial pero no mucho más. Esa situación obligó a meter mano y, quizá, generar movimientos que puedan traer más ruido que soluciones concretas.

El repaso podría hacerse en todas las áreas y la situación sería muy parecida. Ahora está la discusión de la paritaria docente, donde Macri, al revés de lo que hizo siempre Cristina, ayudó a Vidal cuando tiró para atrás el acuerdo nacional para no complicar el provincial, que había ofrecido mucho menos para los combativos docentes que, de todas formas, como Roberto Baradel, suelen ganar mucho más de lo que declaman. Y además se oponen siempre a ser controlados.

Pero el gesto de Macri en La Plata lo valoran, aunque esperan mucho más del presidente con la provincia. En los pasillos de la gobernación y, sobre todo, de la sede del Banco Provincia en Capital, hablan de promesas todavía no cumplimentadas. Es más, hasta circuló la versión de cierto malestar de la propia gobernadora. Esa idea apareció con fuerza cuando hace poco más de una semana, Macri estuvo en Quilmes junto a Randazzo pero Vidal brilló por su ausencia. Estaba en Pinamar descansando con su familia. ¿Sólo porque descansaba no estuvo, o estaba enojada? Intrigas del nuevo poder nacional y provincial.

Sea como fuere, desde el massismo también aumentaron la presión para que la gobernadora blanquee la herencia de Scioli. Lo dijo el presidente del bloque de senadores de Massa, Jorge D’Onofrio, quien le pidió a la gobernadora que quite “el velo de la corrupción del gobierno de Scioli”.

De pronto, a Scioli se lo empieza a ligar a la palabra emblemática de la década K: la corrupción. Este domingo, las noticias no fueron buenas para el ex gobernador, al saber que se estudia dar marcha atrás el sobreseimiento por su patrimonio. Si se decide correr el velo, la lista puede ser larga. Y pueden aparecer nombres que son desconocidos para el gran público.

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