Por Carlos Tórtora.-

El primero en decirlo fue José Luis Espert días atrás. Dijo que Florencio Randazzo es un falso opositor y que se reunió en Olivos con Alberto Fernández, lo cual acaba de comprobarse. La maniobra parte de la base de que dos tercios de los votos que obtendría el ex ministro del interior saldrían de Juntos por el Cambio. La nueva operación es una copia de la realizada en el 2007 por Néstor Kirchner. Entonces se presentó la candidatura presidencial de Roberto Lavagna, que dividió los votos del frente opositor de Elisa Carrió. Ésta no pudo llegar entonces al ballotage y Cristina Kirchner fue electa presidenta. A los pocos días de la elección, el periodismo detectó a Lavagna en la residencia de Olivos a los abrazos con Kirchner. Ahora, Randazzo sería el nuevo caballo de Troya del oficialismo para que la oposición no pueda ganar la provincia de Buenos Aires. Una versión originada en el gobierno señala que Randazzo sería el dueño de una empresa subcontratada por el Ministerio del Interior para la impresión de los pasaportes y los DNI. A esto se le suma que Espert tiene casi cerrado el camino para su incorporación a Juntos por el Cambio, por lo cual se presentaría con su propio partido y podría restarle votos a la alianza opositora.

Berni, el disidente

En cuanto a la lista para diputados nacionales por Buenos Aires, la construcción kirchnerista se centraría en Sergio Berni, que incentivaría su discurso como un candidato díscolo y crítico aun del propio gobierno y especialmente de Alberto Fernández. A éste no le haría ninguna gracia la postulación del Secretario de Seguridad y mucho menos que éste lo critique pero la última palabra la tiene la vicepresidenta. El presidente debería contentarse con colocar al ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis como tercer diputado. El segundo lugar de la lista se lo disputan Malena Galmarini y Victoria Tolosa Paz. La primera implicaría que su marido Sergio Massa se involucre en la campaña electoral.

Otro tema que ya es analizado con atención por el gobierno es qué pasaría si Facundo Manes le gana la primaria a Diego Santilli, lo que sería bastante probable si aparte se presenta Jorge Macri dividiendo el voto del PRO. Un triunfo de Manes podría alejar en la elección de noviembre a sectores independientes que votan al macrismo pero que rechazan a los radicales. No es menos cierto que, si Santilli pierde las PASO, el proyecto presidencial de Horacio Rodríguez Larreta sufriría un duro golpe y el resurgimiento radical proyectaría a Martín Lousteau para el 2023. Esto favorecería la supervivencia en el primer plano de Mauricio Macri quien, con su actual gira, pretende alejarse de los sacudones de la interna del PRO.

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