Por Carlos Tórtora.-

Una sensación de euforia impera en los últimos días en el despacho del Ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo. Desde que la presidente pidió un baño de humildad, frase dirigida a los precandidatos presidenciales del oficialismo que miden poco y nada en las encuestas, el randazzismo interpretó que esta directiva apunta a que los votantes de Sergio Urribarri -que ya se bajó- Agustín Rossi y Jorge Taiana se transfieran automáticamente al único contendiente que Scioli tendría en las PASO del 9 de agosto.

En otras palabras, desde la óptica de Randazzo, la presidente esta creando las condiciones para que él compita de igual a igual con Scioli y hasta que le pueda ganar.

Siempre según esta interpretación, hasta estaría en estudio la posibilidad de que Scioli termine dando un paso al costado y acepte encabezar la lista de parlamentarios al PARLASUR, postulación que se mencionaba para la propia Cristina, que podría encabezar en cambio la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. Detrás de este optimismo randazzista esta el hecho de que el entorno presidencial ahora cree que el ascenso de la imagen positiva de CFK en las últimas semanas sería suficiente como para que el cristinismo tenga menos dependencia de la figura del gobernador bonaerense.

La agonía massista

A todo esto, en la vereda opositora, el nodo pasa por los alcances que puede alcanzar la crisis del massismo. Encerrados en un hermetismo cada vez más llamativo, los miembros de la mesa chica del tigrense debaten dos grandes opciones: la primera pasaría por sostener a capa y espada la candidatura presidencial de Massa para intentar llegar a un 15 % que lo deje en carrera para el 2019. Otros en cambio, proponen no arriesgarse a un derrumbe total y replegarse hacia la búsqueda de un acuerdo con el PRO, la UCR y la Coalición Cívica para que Massa sea el candidato a gobernador de una súper alianza. Elisa Carrió, la principal acusadora de aquel por sus supuestas contradicciones con el narcotráfico, estaría dando señales de que haría la vista gorda para semejante acuerdo.

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