Por Alexis Di Capo.-

Los resultados de las elecciones en La Pampa, San Juan, Neuquén, Río Negro y Chubut mostraron lo que era previsible: el predominio de las fuerzas locales por sobre el macrismo y el kirchnerismo, aunque claramente este último se posicionó mejor que aquél en Neuquén y Río Negro. Lo que viene en lo inmediato tampoco parece grato para el oficialismo. El próximo 21 tendrán lugar las PASO provinciales en San Luis. El actual gobernador Alberto Rodríguez Saá encabeza el frente “Unidad Justicialista de San Luis”, con el apoyo del Partido Justicialista puntano y otros 15 espacios, muchos de ellos de extracción kirchnerista. La alianza la integran Mas San Luis, Movimiento de Integración Latinoamericano, Partido de la Victoria, Movimiento de Acción Vecinal, PUL, Es Posible, Compromiso Federal, Movimiento Vecinal Fortín el Patria, Vecinal de Carpintería, Socialismo Merlino, Nuevo Encuentro, Lealtad Sanluiseña, Éxodo Puntano, MOCOMER, Malvinense, MODIN, Vecinalistas de San Luis.

Su hermano y rival político, Adolfo Rodríguez Saá, presentó la alianza “Frente juntos por la Gente” que reunirá a los partidos: MoViPro, Sanluiseños por el Cambio, Mercedinos por el Cambio y el MID.

En tanto, en representación de Cambiemos y con Claudio Poggi al frente competirá el frente San Luis Unido, que reúne a Avanzar San Luis, San Luis Somos Todos, la Unión Cívica Radical, el PRO y Libres del Sur. Gracias a la polarización entre los hermanos Rodriguez Saá lo más probable es que el macrismo se vea relegado a un tercer puesto.

Una semana después, el 28 de febrero, al PRO le espera otro escenario difícil, el de las PASO de Santa Fe. El peronismo en Santa Fe suele sumar más votos entre sus listas internas que las otras fuerzas, pero le ha costado retener esa suma en el candidato ganador una vez se celebran las generales. Esto fue parcialmente revertido en 2017, cuando Rossi y Rodenas sacaron 500 mil votos compitiendo en las primarias. En la general repitieron una cantidad similar, pero como siempre crece la participación entre ambos comicios (en esa oportunidad fue del 70% al 76%), las fuerzas principales suelen crecer nominalmente, por lo que en realidad se estancaron. Es vital, si el PJ quiere tener chances de ganar, que Perotti o Bielsa logren torcer esa historia del todo y puedan retener esos votos del que pierda la interna o sumar otros de afuera. El problema de Omar Perotti es que se quedó con casi toda la estructura, necesaria para militar la candidatura y fiscalizar las elecciones en todo el territorio, pero circula entre los votantes de Maria Cristina Bielsa -al menos en su ciudad- el discurso de que votarán al socialista Antonio Bonfatti si ella pierde la interna. Y es que, a pesar de que Unidad Ciudadana apoyó al exministro de Producción por orden de Cristina Fernández de Kirchner, se percibe que la rosarina mide mejor entre los independientes, e incluso entre el kirchnerismo no orgánico

Hoy Bonfatti es un candidato competitivo, aunque su imagen está desgastada por los índices de violencia durante su gobierno, en el que se gestó el famoso estigma de “narcosocialismo” que les atribuyó el diputado del FPV Andrés Larroque. En tanto, José Corral no es un candidato muy conocido, el sello de Cambiemos también perdió fuerza y para colmo el hecho de que sea de Santa Fe suele generar rechazo en los rosarinos, que concentran la mayoría de los votos de la provincia.

El laberinto cordobés

El frente conformado por Mario Negri, Héctor Baldassi y Luis Juez presentó la nueva alianza denominada Córdoba Cambia. Los integrantes del “Grupo Balcarce”, como se menciona en Córdoba a los mimados por la Casa Rosada, también presentaron en sociedad a su nuevo logo, con un diseño, tipografía y color muy similar al de Cambiemos, lo cual podría ser motivo de una impugnación por las huestes del otro gran candidato opositor, el actual intendente Ramón Mestre quien irá con la histórica “Lista 3” y buscará el apoyo de entre otros sectores, el radicalismo anti-Macri. Por el otro lado, todo parece marchar mejor de lo esperado de cara al gran objetivo peronista que es la reelección de Juan Schiaretti quien buscará su tercer mandado (no consecutivo). El gobernador presentó el nuevo espacio denominado Hacemos por Córdoba, dejando atrás a la firma Unión por Córdoba,

A pesar de su encono con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner a nivel nacional, en el plano local, el gobernador cerró filas con varios de los principales referentes K en la provincia quienes “ya juegan” dentro del schiarettismo. En síntesis, el macrismo se arriesga a salir tercero, situación a la que lo lleva la ruptura entre Negri y Mestre.

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