Por Guillermo Cherashny.-

El senador Ernesto Sanz soñaría con repetir en las PASO del próximo 9 la performance de Martín Lousteau en el ballotage de la Ciudad de Buenos Aires, en el que alcanzó el 48,5%. De hecho, el joven economista activa levantando la candidatura del líder radical. La realidad es que éste no tiene chance alguna de ganarle a Mauricio Macri pero podría obtener el 8% o más del total del padrón nacional. Un buen resultado de Sanz podría en alguna medida afectar al jefe de gobierno de la Ciudad en su carrera por la presidencia. El domingo 19 de julio pasado, desde que Mauricio Macri cambió el discurso para justificar las estatizaciones K, no dejó error por cometer, no sólo él sino también Marcos Peña y Jaime Durán Barba, lo cual puso en tela de juicio sus chances electorales.

La incógnita de si habrá impacto

La reacción del PRO ante los nuevos problemas fue emplear un gran presupuesto para influir en los periodistas relevantes y muchos encuestadores para que sostengan que María Eugenia Vidal está primera en la provincia de Buenos Aires. Según otras fuentes, la candidata del PRO no alcanzaría los porcentuales de ninguno de los dos candidatos del Frente para la Victoria, o sea Aníbal Fernández y Julián Domínguez. Esta operación macrista se completa a través de encuestas que indican que el Frente para la Victoria le llevaría apenas entre el 4 y 5% a CAMBIEMOS. Un cálculo realista indicaría que Macri sólo contaría con entre 23 y 26% de los votos debido a que Sanz, como dijimos, estaría descontando algunos puntos aprovechando las falencias de la campaña macrista desde el domingo negro del 19 de julio. La contraofensiva macrista sobre periodistas y encuestadores incluiría la insistencia para que no se mencione a Sanz. El presidente del Comité Nacional de la UCR cuenta con un aparato político en todo el país -del cual el PRO carece- aunque no es menos cierto que Macri absorbió muchos votos radicales antes de la Convención Nacional de Gualeguaychú. Esto, de hecho, obligó a la UCR a unírsele para evitar una crisis interna y dejar de lado a Sergio Massa. Ahora, en la última etapa, el puntaje que obtuvo Lousteau en el ballotage les hace creer a los radicales que pueden conseguir un resultado sorpresivo en las PASO. Si este crecimiento se concreta, Sanz podría aspirar a condicionar a Macri para que entregue ministerios y más cargos, de concretarse la posibilidad de que éste llegue a presidente. Yendo hacia la siguiente etapa, si hay segunda vuelta, hoy la mayor parte de los analistas sostienen que Scioli le ganaría a Macri. Gustavo Sáenz, precandidato a vicepresidente de Massa, declaró que ningún peronista votaría a Macri ni en primera ni en segunda vuelta. De ser así, éste sólo contaría con los votos de CAMBIEMOS, o sea el 30%, pudiendo llegar a sumar en el eventual ballotage hasta un 5% más.

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